Por: Dr. José Francisco Acosta Arévalo en colaboración para ENNews

El dia de ayer la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la Ley que crea la Dirección de Ordenamiento Territorial ( DOT), como el organismo rector para
agilizar los trámites de nuevas lotificaciones y construcciones, como un mecanismo para dinamizar la economía.

Efectivamente, hasta ahora, navegar por las instituciones del estado para obtener los permisos para una nueva lotificación y/o construcción, es un enorme dolor de cabeza, amen de que con frecuencia hay que pagar los respectivos «diezmos» debajo de la mesa.

Sin duda, nueva legislación para la dinamizaión de la economía y la simplificación y reducción de los tiempos de la tramitoligía, reduciendo a 175 de 350 dias actuales, es sin duda bien venida.

El asunto es que la Ley que crea la DOT, sustituye una función que constitucionalmente le corresponde a las municipalidades; y por lo tanto, mina el poder local de los Concejos municipales.

La Ley que crea la DOT, asi como otras leyes centralizadoras, tal como la ya creada Ley de compras ( COPRASAL),
la ya creada Dirección de Obras Municipales (DOM), y la reducción sustancial del Fondo para el Desarrollo de El Salvador, (FODES), son leyes que van centralizando el poder en el gobierno central y dejando amarrado al poder local; digase, a las gobernaciones departamentales, y a las municipalidades, entidades a las cuales cada vez más se les quita el poder, y van quedando sin recursos para uso local; y por lo tanto, pronto serán solo una funcion decorativa.

Asi las cosas, con estas leyes centralizadoras, cada vez más los municipalidades, y las gobernaciones departamentales, van quedando como macetas decorativas locales.

La centralizacion, si bien no es la garantia anticorrupcion, sin duda nos produciria eficiencia en la administracion del gobierno central. Pero a qué costo local?

El desastroso estado actual de los caminos y vias municipales a nivel nacional, es un buen espejo donde tenemos que vernos hoy y en el futuro cercano.