Redacción: Isaac Ramírez

ENNews- Portugal venció por 3-1 a Polonia como visitante y se mantiene con puntaje ideal en la Nations League: tres jugados, tres ganados. El capitán luso, Cristiano Ronaldo, dio un recital en la capital polaca: un tiro al travesaño, un gol -el segundo- tras una gran jugada de Rafael Leao, y un percance con un efectivo de seguridad cuando se retiraba para ser sustituido. El astro de Madeira evitó que un fanático que había invadido la cancha fuera detenido por la policía. 

Hubo foto, aplausos y la cuestión no pasó a mayores. “Ronaldo está perfecto” , dijo el entrenador español Roberto Martínez sobre su crack, que vio los últimos 27 minutos del encuentro ante los polacos en el banco de suplentes. Ya había hecho su trabajo: 133 de sus 906 goles han sido con la camiseta roja y verde de su país, Portugal.

Ronaldo avisó a los diez minutos de patido. Apareció solo y sin marca en el área chica para cachetear la pelota con su pierna derecha. El balon dio en el travesaño: estaba habilitado. Minutos más tarde, el equipo luso abrió el marcador gracias a una combinación entre dos que jueguan en Manchester… para clásicos rivales: Bruno Fernandes, del United, le dio una asistencia de cabeza y de espaldas al arco a Bernardo Silva, del City. El 10 portugués remató de zurda y de primera. Y el arquero polaco no pudo hacer nada para evitar el gol.

A los 36 minutos de juego, un slalom de Rafael Leão posibilitó el gol número 133 de Ronaldo para Portugal. Fue uno de los más fáciles de su carrera, porque todo el trabajo lo hizo el hombre del Milan. Puso el turbo, dejó a tres rivales en el camino y, justo después de pisar el área, remató de zurda, lejos del alcance del arquero. La pelota dio en el palo, pero CR7 estaba atento para empujarla y convertir el 2-0. Hubo festejo con el “siuuuu” característico y también un ademán de torero. Portugal era una fiesta en Varsovia.

A los ocho minutos del segundo tiempo, Ronaldo estuvo muy cerca de continuar con su recital. Tras una proyección de Diogo Dalot, el capitán portugués quedó solo en el corazón del área. Podría haber definido con un remate rápido y mortífero, como tantas otras veces a lo largo de su carrera. Sin embargo, optó por darle el pase a Bruno Fernandes, que llegaba de frente al arco. El de Manchester United elevó su remate y el marcador no se movió No hubo ni gol ni asistencia.

Antes de que Polonia descontara por intermedio de Piotr Zielinski, a los 32 minutos del segundo tiempo, Ronaldo dejó la cancha. Y lo hizo en un episodio que tuvo como protagonista a un fanático que invadió el campo de juego con un único objetivo: sacarse una foto con su ídolo. Mientras el astro se acercaba a la mitad del campo para abandonar el campo, observó que los efectivos de seguridad iban a abalanzarse sobre el hincha. Los frenó con su mano y abrazó al simpatizante. Hubo foto y no hubo altercado. Todos contentos. Incluso Portugal, que resolvió el pleito gracias a un gol en contra de Jan Bednarek a poco del final. Y mantuvo su puntaje perfecto.

Con el triunfo consumado y la buena actuación colectiva del equipo portugués, el diario A Bola se deshizo en elogios para la selección lusa. “Ni Chopin resistiría una orquesta tan bien afinada”, publicó el periódico en su edicion digital. Y agregó, manteniendo el juego de palabras con los géneros musicales: “Ballet portugués en la tierra de grandes artistas clásicos durante la primera parte. Con música diferente: el rock pesado (y atrevido) de Rafael Leão y Nuno Mendes, la afinación de Ronaldo, Bruno Fernandes y Bernardo Silva, una sinfonía que sólo se desalineó en los momentos finales”.