Redacción: Abigail Rivera

(ENNews)—En un fin de semana lleno de emociones, el Real Madrid fue superado de manera contundente por el FC Barcelona en la final de la Supercopa, con un resultado de 5-2 que dejó al equipo blanco en una situación crítica. A pesar de un inicio esperanzador con un golazo de Kylian Mbappé, el Madrid no pudo sostener la ventaja y se vio arrastrado por un Barcelona que mostró una superioridad abrumadora.

Desde el primer minuto, el Barcelona tomó el control del partido, presionando al Madrid y generando múltiples ocasiones de gol. A los cinco minutos, Mbappé abrió el marcador con una jugada individual brillante, pero el optimismo madridista se desvaneció rápidamente. Lamine Yamal, el joven prodigio culé, empató el partido con un golazo en el minuto 22, ya partir de ahí, el Barça no miró hacia atrás.

El equipo dirigido por Xavi Hernández se mostró más agresivo y organizado, mientras que el Madrid, bajo la dirección de Carlo Ancelotti, parecía perdido en el campo. La situación se complicó aún más cuando Eduardo Camavinga cometió un penalti que Robert Lewandowski convirtió en el 2-1. A partir de ese momento, el Madrid se desmoronó, y el Barcelona aprovechó cada error para aumentar la ventaja.

El tercer gol llegó de la mano de Raphinha, quien, tras una jugada colectiva, definió con precisión. Y antes de que el primer tiempo concluyera, Balde vendió el destino del Madrid con un cuarto gol que dejó a los aficionados merengues en estado de shock.

En la segunda mitad, el Madrid intentó reaccionar, y Rodrygo logró marcar un golazo de falta que dio un atisbo de esperanza. Sin embargo, el Barcelona no se detuvo y Raphinha volvió a marcar, poniendo el 5-2 en el marcador y sentenciando el encuentro.

Ancelotti, que había planteado un “bloque bajo y compacto”, fue criticado por su estrategia conservadora que no logró contener la embestida de Barcelona. La falta de control en el medio campo y la incapacidad para generar juego ofensivo fueron evidentes, dejando al Madrid como un coladero ante un rival que supo aprovechar cada oportunidad.

Jules Koundé, defensor del Barcelona, ​​expresó su satisfacción tras el partido: “Hacía tiempo que no ganábamos un título y siempre es especial en un Clásico contra el Madrid. Hemos aplicado bien el plan de partido y estoy muy orgulloso del equipo”.

Con esta victoria, el Barcelona no solo se lleva la Supercopa, sino que también resucita su confianza tras un inicio de temporada irregular. Por su parte, el Real Madrid deberá reflexionar sobre su rendimiento y buscar soluciones rápidas para evitar que esta derrota se convierta en un lastre en el resto de la temporada.