Ataque ruso en Sumy, Ucrania deja 35 civiles muertos y desata reacciones internacionales
Redacción: Abigail Rivera
(ENNews)—Recientemente, la ciudad ucraniana de Sumy fue escenario de un devastador ataque con misiles que dejó un saldo trágico de 35 civiles muertos y 119 heridos, según informaron las autoridades ucranianas y los servicios de emergencia locales. Las imágenes difundidas mostraron extensos daños materiales, vehículos calcinados y decenas de cadáveres en el centro de esta estratégica ciudad situada en el noreste de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia.
De acuerdo con medios internacionales, Sumy ha sido un punto clave desde el inicio de la invasión rusa en 2022, tanto por su proximidad con la región rusa de Kursk como por su papel en las evacuaciones humanitarias. Su ubicación la convierte en una línea de defensa esencial para Ucrania y un punto de entrada estratégico para las fuerzas rusas.
Tras el ataque, la comunidad internacional reaccionó con condenas y llamados a incrementar el apoyo a Ucrania. Diversos gobiernos y organizaciones internacionales expresaron su solidaridad con las víctimas y urgieron a reforzar la asistencia militar y humanitaria para hacer frente a la agresión rusa.
Como consecuencia, Rusia rompió el silencio sobre el incidente. El Kremlin evitó ofrecer detalles específicos, pero reiteró que sus ataques se dirigen exclusivamente a objetivos militares. Dmitri Peskov, portavoz presidencial ruso, afirmó en rueda de prensa que la política de Moscú es atacar únicamente blancos militares y cuasimilitares, y que el ataque en Sumy está enmarcado dentro de la “operación militar especial”. Peskov instó a centrarse en la información oficial del departamento castrense y evitó comentar más sobre el asunto.
En un comunicado difundido a través de Telegram, el Ministerio de Defensa ruso informó que en el bombardeo murieron más de 60 soldados ucranianos, intentando así justificar que el objetivo fue exclusivamente militar y no civil. Además, acusó al gobierno de Kiev de utilizar a la población como escudo humano, instalando infraestructura militar y realizando actividades con participación de militares en el centro de ciudades densamente pobladas.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ofreció más detalles en una entrevista con el periódico Kommersant. Lavrov aseguró que en el edificio atacado se llevaba a cabo una reunión de militares ucranianos y occidentales, a quienes calificó de “mercenarios” o “quién sabe por quién”. También afirmó que había presencia de militares de países de la OTAN que “mandan” en esas instalaciones y subrayó que es ilegal emplazar instalaciones militares y armamento en infraestructuras civiles.
Por su parte, Ucrania confirmó la muerte de Yuri Yula, comandante de la 27ª brigada de artillería, en el ataque. Las autoridades ucranianas mantienen que el bombardeo fue un acto de agresión indiscriminada que afectó a civiles inocentes.
El ataque en Sumy vuelve a poner en evidencia la brutalidad del conflicto y la complejidad de la guerra en Ucrania, donde la línea entre objetivos militares y civiles se vuelve difusa, y donde la población civil sigue pagando un alto precio. La comunidad internacional continúa observando con preocupación y aumenta la presión para que se intensifique el apoyo a Ucrania en su defensa frente a la invasión rusa.
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