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Nueva ofensiva israelí intensifica el sufrimiento de la población civil

Redacción: Abigail Rivera

(ENNews)—Entre la noche del viernes y la mañana del sábado, el ejército israelí lanzó una nueva ofensiva en la ciudad de Gaza, intensificando un conflicto que ya ha dejado miles de muertos y un panorama humanitario desolador. Además de acuerdo con medios internacionales, las fuerzas israelíes llevaron a cabo una incursión terrestre en el barrio de Shujaiya, con el objetivo declarado de ampliar la “zona de seguridad” en la franja fronteriza con Israel y Egipto.

El testimonio de los habitantes de Gaza refleja el terror y la desesperación que se vive en la región. “Estamos atrapados con mi familia en casa de mi hermana. El ejército de ocupación está muy cerca. Los obuses y misiles caen sobre las casas y sobre las tiendas de campaña de los desplazados. La muerte nos acecha por todos lados”, relató Elena Helles, una residente de Shujaiya a France 24. Su relato es solo uno de muchos que ilustran la angustiante situación de los civiles en medio de la violencia.

Las cifras de muertos continúan en aumento. Desde la madrugada del sábado, la Defensa Civil de Gaza reportó al menos 60 palestinos asesinados, con 30 de ellos en la ciudad de Gaza y 25 en un bombardeo contra una vivienda en Khan Younis. “La casa fue bombardeada pasada la medianoche, sin previo aviso. La mayoría de los mártires eran mujeres y niños”, explicó Ahmad al-Aqqad, quien perdió a varios familiares en el ataque.

La situación de los rehenes también se ha vuelto crítica. Las Brigadas Ezzedin al-Qassam, el brazo armado de Hamás, afirmaron que la mitad de los rehenes que siguen con vida se encuentran en zonas que Israel ha ordenado evacuar, lo que genera un riesgo extremo para su seguridad. A pesar de esto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió la intensificación de la ofensiva como una medida para aumentar la presión sobre Hamás y forzar la liberación de los cautivos israelíes.

Los testimonios de los sobrevivientes son desgarradores. Raghda al-Sharafa, quien presenció un bombardeo contra una escuela que albergaba desplazados, describió la escena como “el Día del Juicio Final: lanzaron misiles, todo quedó en penumbras… nuestros hijos desaparecieron”. Este tipo de relatos se han vuelto comunes en Gaza, donde la población enfrenta un asedio que ha dejado a aproximadamente el 90% de sus habitantes desplazados al menos una vez desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023.

La situación humanitaria es crítica. La ONU ha advertido que los habitantes de Gaza sobreviven en condiciones de extrema precariedad, sin acceso a alimentos ni agua potable, mientras Israel mantiene bloqueado el ingreso de ayuda humanitaria. Desde la ruptura de una tregua en marzo, al menos 1.249 palestinos han sido asesinados, elevando la cifra total de muertos desde el inicio de la guerra a más de 50,000, en su mayoría civiles, según datos del ministerio de Salud del enclave.

La violencia no se limita a Gaza. En Líbano, el ejército israelí abatió a un comandante de Hamás en un ataque en la ciudad de Saida, lo que fue condenado por el primer ministro libanés como una “agresión flagrante”. En Siria, Israel intensificó sus ataques aéreos, advirtiendo que Damasco “pagará un alto precio” si pone en riesgo su seguridad.

Mientras tanto, en Cisjordania, colonos israelíes atacaron a campesinos palestinos, destruyendo propiedades bajo la protección del ejército israelí. La situación en la región sigue siendo volátil, con un futuro incierto para los millones de personas atrapadas en el conflicto. La comunidad internacional observa con preocupación, pero hasta ahora, los esfuerzos por alcanzar una paz duradera parecen lejanos.

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