Trump amenaza a Harvard con quitar exención fiscal si no quita programas de inclusión
Redacción : Oscar Cruz
(ENNews)—El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado su ofensiva contra algunas de las principales universidades del país, al sugerir que la Universidad de Harvard podría perder su estatus de exención fiscal si no accede a las exigencias de su Administración.
Entre ellas se encuentra la supresión de programas de diversidad, igualdad e inclusión, así como medidas más estrictas contra las protestas estudiantiles en solidaridad con Palestina.
“¿Debería Harvard, tal vez, perder su estatus de exención de impuestos y ser gravada como una entidad política si sigue promoviendo una ‘enfermedad’ inspirada en la política, la ideología y el terrorismo?”, escribió Trump en su red Truth Social, insinuando que la institución estaría actuando más como un actor político que como un centro educativo.
Trump también recordó que el estatus fiscal de estas instituciones “depende totalmente de actuar en favor del interés público”, un argumento que su Gobierno ha comenzado a utilizar como justificación para ejercer presión política y económica sobre universidades que, a su juicio, no están haciendo lo suficiente para frenar lo que considera una ola de antisemitismo.
La advertencia de Trump llega poco después de que su Administración decidiera congelar más de 2.200 millones de dólares en subvenciones federales destinados a Harvard, además de otros 60 millones en contratos específicos.
La medida fue adoptada tras el rechazo de la universidad a implementar los cambios exigidos desde Washington, como la revisión de políticas de contratación y admisión, y un mayor control sobre la ideología de los estudiantes extranjeros.
Antes de apuntar a Harvard, Trump ya había bloqueado unos 400 millones de dólares en fondos a la Universidad de Columbia, alegando razones similares. En ambos casos, la Casa Blanca sostiene que estas instituciones han fallado en su responsabilidad de garantizar un entorno seguro ante el incremento de incidentes antisemitas tras el recrudecimiento del conflicto entre Israel y Palestina en la Franja de Gaza.
La presión del Gobierno también se ha manifestado en otras áreas: el Departamento de Estado ha advertido que podría revocar visados a estudiantes extranjeros que participen en manifestaciones pro-palestinas, una medida que ha sido duramente criticada por organizaciones defensoras de los derechos civiles y la libertad académica.
Desde Harvard, la respuesta ha sido contundente. Su presidente interino, Alan Garber, defendió en una carta a la comunidad universitaria el derecho de la institución a decidir de forma autónoma su modelo educativo. “Ningún Gobierno debería dictar a qué puede enseñar una universidad privada, ni a quién deben admitir o contratar, o qué áreas de estudio o investigación se pueden perseguir”, afirmó.
Asimismo, la universidad envió una misiva al Grupo de Trabajo Federal para Combatir el Antisemitismo (creado por Trump mediante orden ejecutiva) en la que reiteró su compromiso con la lucha contra el antisemitismo, pero advirtió que no aceptará condiciones que “vayan más allá de la autoridad legal de cualquier Administración”.
Harvard advirtió también que las presiones de la Casa Blanca sientan un precedente preocupante que podría amenazar la independencia de las instituciones académicas en todo el país. “Estamos dispuestos a revisar nuestras políticas y reforzar los mecanismos contra el odio, pero no al costo de nuestras libertades fundamentales”, subrayaron sus abogados en la carta enviada al Ejecutivo.
A pesar de las sanciones económicas, Harvard ha asegurado que continuará implementando reformas internas para garantizar un entorno más inclusivo y seguro. “Seguiremos realizando cambios estructurales y programáticos para asegurar que la universidad sea un espacio de aprendizaje acogedor para todos”, concluyó la institución.
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