Dormir poco daña el corazón en jóvenes sanos
Redacción : Oscar Cruz
(ENNews)—Un nuevo estudio publicado en la revista Biomarker Research y realizado por investigadores de la Universidad de Uppsala, en Suecia, ha revelado que la falta crónica de sueño no solo afecta el rendimiento diario y el bienestar general, sino que también puede tener consecuencias graves para la salud del corazón, incluso en personas jóvenes y aparentemente sanas.
La investigación, dirigida por el médico y docente Jonathan Cedernaes, se centró en un grupo de 16 hombres jóvenes, sanos y con peso normal, quienes mantenían hábitos de sueño regulares. El objetivo era observar cómo la restricción del sueño influye en la respuesta inflamatoria del organismo y su relación con el riesgo cardiovascular.
Durante el estudio, los participantes pasaron dos sesiones distintas en un laboratorio de descanso. En la primera sesión, durmieron una cantidad normal de horas durante tres noches consecutivas. En la segunda sesión, su sueño se restringió a solo cuatro horas por noche durante el mismo periodo. Durante ambas fases, las comidas, el nivel de actividad física y el entorno fueron controlados estrictamente para garantizar resultados fiables.
Después de cada sesión de sueño, los participantes realizaron 30 minutos de ejercicio de alta intensidad, y se tomaron muestras de sangre por la mañana y por la noche para analizar los niveles de proteínas inflamatorias. Los resultados fueron contundentes: tras las noches de sueño reducido, los investigadores detectaron un aumento significativo de varias proteínas vinculadas a la inflamación, muchas de las cuales están directamente asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria y fibrilación auricular.
Según Cedernaes, estos hallazgos son especialmente preocupantes porque, hasta ahora, la mayoría de los estudios sobre la relación entre el sueño y la salud cardiovascular se han centrado en adultos mayores, quienes ya presentan un riesgo más elevado de padecer estos problemas. Sin embargo, esta nueva investigación demuestra que los efectos adversos del sueño insuficiente pueden manifestarse desde edades tempranas.
“Muchos de los estudios más amplios que se han realizado sobre el vínculo entre la falta de sueño y el riesgo de enfermedades cardiovasculares se han centrado generalmente en individuos ligeramente mayores que ya tienen un mayor riesgo de padecer dichas enfermedades”, explicó Cedernaes. “Por eso fue interesante que los niveles de estas proteínas aumentaran de la misma manera en individuos más jóvenes y previamente perfectamente sanos después de solo unas pocas noches de privación del sueño”.
Además, los investigadores notaron que el sueño reducido no solo elevó los marcadores inflamatorios, sino que también alteró la respuesta fisiológica al ejercicio, un hallazgo que sugiere un impacto más amplio sobre el organismo.
Este estudio refuerza la creciente evidencia de que dormir bien no es solo una cuestión de bienestar inmediato, sino un componente esencial para prevenir enfermedades a largo plazo. Dormir menos de lo necesario, incluso durante unos pocos días, puede tener consecuencias medibles y peligrosas para la salud cardiovascular.
Los investigadores advierten que la privación crónica de sueño debe considerarse un problema de salud pública. En un mundo donde la productividad muchas veces se prioriza sobre el descanso, es vital revalorar el papel del sueño como un pilar fundamental de la salud, desde la juventud hasta la vejez.
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