Norman Quijano detenido en EE. UU. a la espera de ser deportado tras condena por pacto con pandillas

Redacción : Oscar Cruz

(ENNews)—Norman Noel Quijano González, exdiputado por el partido conservador Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y expresidente de la Asamblea Legislativa, fue detenido el pasado 6 de marzo en Estados Unidos, según confirmó el periódico estadounidense USA Today. El exfuncionario salvadoreño se encuentra actualmente recluido en el centro de detención de Port Isabel, en Los Fresnos, Texas, bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con la publicación del USA Today, Quijano podría ser deportado próximamente a El Salvador como parte de una solicitud formal del gobierno del presidente Nayib Bukele, quien busca que el exlegislador enfrente a la justicia salvadoreña por delitos relacionados con negociaciones con estructuras criminales. La misma fuente señala que el arresto del político podría haber sido facilitado por cooperación entre autoridades estadounidenses y salvadoreñas.

El caso de Quijano ha captado la atención internacional debido a la gravedad de los cargos en su contra y a su rol como una de las figuras más prominentes del partido ARENA, que gobernó El Salvador durante dos décadas (1989–2009). En abril de 2024, un tribunal de San Salvador lo condenó a 13 años y cuatro meses de prisión por los delitos de fraude electoral y asociaciones ilícitas, luego de determinar su responsabilidad en negociaciones con las principales pandillas del país, específicamente la Mara Salvatrucha (MS-13) y el Barrio 18, durante la campaña presidencial de 2014.

Según la Fiscalía General de la República, Quijano ofreció a los cabecillas de estas pandillas diversos beneficios a cambio de respaldo electoral. Entre las promesas destacaban aportes económicos, reducción en las operaciones policiales contra sus estructuras y programas de reinserción para sus miembros. Días antes de la segunda vuelta electoral de ese año, Quijano presuntamente se reunió con líderes de las pandillas para cerrar los acuerdos. En una segunda reunión, en la que él no estuvo presente, su intermediario, el excomandante guerrillero Raúl Mijangos (fallecido en prisión mientras era procesado por el mismo delito), habría entregado un maletín con $100,000 como parte del trato.

A pesar de haber perdido las elecciones por un margen estrecho ante Salvador Sánchez Cerén del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), las pruebas contra Quijano fueron consideradas suficientes por la Cámara que lo juzgó. Su abogado defensor, Lisandro Quintanilla, manifestó tras la audiencia que no compartían la decisión del tribunal y adelantó que apelarían la condena.

Quijano, de 78 años, no estuvo presente en el juicio, ya que se encuentra prófugo desde abril de 2021, cuando salió del país horas antes de perder su fuero legislativo. Ese mismo año, la Asamblea Legislativa retiró su inmunidad como diputado del Parlamento Centroamericano (PARLACEN), lo que permitió que se emitiera una orden de captura en su contra. Aunque se solicitó a la Interpol que emitiera una notificación roja para su localización internacional, esta petición fue rechazada.

La condena también implica la inhabilitación de Quijano como diputado del PARLACEN, cargo para el cual fue electo para el período 2021–2026. Según sus abogados, el proceso de desafuero fue ilegal, ya que, argumentan, solo el órgano legislativo del PARLACEN tenía autoridad para retirarle la inmunidad. Sin embargo, los tribunales salvadoreños desestimaron estos argumentos.

El caso de Norman Quijano se suma a una serie de procesos judiciales impulsados por la Fiscalía salvadoreña en el contexto de una política de «mano dura» contra las pandillas y sus vínculos con figuras políticas y empresariales. El Gobierno de Bukele ha sostenido que ninguna persona, sin importar su rango o influencia, estará por encima de la ley.

A la espera de una posible deportación, Quijano enfrenta ahora el peso de una condena judicial que podría marcar el cierre definitivo de su carrera política.