Bukele defiende régimen de excepción: “No vamos a liberar pandilleros, ni ahora ni nunca”
Redacción : Oscar Cruz
(ENNews)—En su discurso por el primer año de su segundo mandato presidencial, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, reiteró con firmeza su defensa del régimen de excepción y descartó cualquier posibilidad de liberar a los pandilleros capturados durante su implementación.
“Sigan gritando ‘libérenlos ya’. No los vamos a liberar ya ni nunca”, declaró tajante el mandatario, en respuesta a sectores nacionales e internacionales que exigen el fin de esta medida excepcional vigente desde marzo de 2022.
Desde que se instauró, el régimen de excepción ha suspendido tres garantías constitucionales, el derecho a la defensa, el límite de 72 horas para detenciones administrativas, y la exigencia de una orden judicial para intervenir telecomunicaciones.
Según datos oficiales, esto ha permitido la detención de más de 86,400 supuestos miembros de pandillas. Sin embargo, organizaciones defensoras de derechos humanos denuncian más de 6,500 casos de abusos, incluyendo capturas arbitrarias, torturas y muertes bajo custodia del Estado.
Bukele rechazó contundentemente las críticas internacionales que acusan a su gobierno de sacrificar la democracia en favor de la seguridad. “¿Qué quieren? ¿Que eliminemos el régimen de excepción para que la comunidad internacional diga: ‘Qué bien, miren, Bukele ya lo quitó’? ¿Quieren que tomemos decisiones para que afuera no me cataloguen como dictador, aunque eso signifique que nuestro país sea invivible?”, cuestionó.
Para el presidente salvadoreño, los conceptos de democracia, institucionalidad y derechos humanos son manipulados por actores internacionales con intereses geopolíticos. “Suenan bien, son grandes ideales en teoría, pero en la práctica solo se usan para mantenernos sometidos”, expresó.
Apuntó directamente contra lo que llamó “élites globalistas” y organismos internacionales que, a su juicio, buscan imponer sus reglas a países como El Salvador. “Eso hicieron en Irak y Bolivia, y miren cómo terminaron: en pobreza, destrucción y sometimiento”, señaló.

En uno de los momentos más controvertidos del discurso, Bukele relató el caso de un joven capturado sin antecedentes penales al inicio del régimen, que fue liberado en 2024 tras cumplir dos años de detención, y que (según el presidente) asesinó a un excabo de la Policía Nacional Civil y a otro civil el pasado 28 de mayo en Tacuba. “Ese homicidio es culpa del Estado por cumplir con tratados internacionales y reglas de derechos humanos. Ese pandillero debió haberse podrido en la cárcel”, afirmó con dureza.
A lo largo de su intervención, Bukele acusó a medios de comunicación, periodistas, organizaciones no gubernamentales y a la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) de formar parte de una “narrativa impuesta desde afuera” que, según él, busca desacreditar los avances del país en seguridad. “No vamos a permitir que nadie nos arrebate la paz que tanto nos ha costado”, enfatizó.
El presidente también criticó a gobiernos que, en su opinión, prefieren alinearse con la agenda internacional antes que garantizar la seguridad de sus ciudadanos. “Algunos países hermanos todavía creen en estos organismos, y ciertos políticos de América Latina se prestan a ese juego”, denunció.
En diciembre de 2024, el propio Bukele había sugerido que pronto podrían relajarse las medidas excepcionales. “No creo que haya necesidad de endurecerlas, más bien creo que se van a poder relajar”, dijo en ese momento.
No obstante, durante su campaña para la reelección en octubre de 2023, había condicionado la continuidad del régimen al apoyo legislativo: “Para continuar con el régimen de excepción necesitamos tres cuartas partes de la Asamblea”.
Además, Bukele restó importancia a quienes lo acusan de autoritarismo, declarando: “Me tiene sin cuidado que me llamen dictador”, dijo. “Prefiero eso a ver cómo matan a los salvadoreños en las calles”. Concluyó reafirmando que su gobierno prioriza la vida de la población sobre los señalamientos externos.
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