El ¿Hasta dónde y cuándo llegaremos con esto?¿Cuándo terminará  esta pesadilla?

Por: Luis Alberto López/Periodista Canal 12 y colaborador EN News

Estar en la primera línea de las coberturas periodísticas en tiempos del nuevo Coronavirus hasta hoy ha sido uno de los desafíos más difíciles para los equipos de prensa, no solo por el riesgo de contagiarse, enfermarse o morir; sino también por las dificultades para lograr producir y publicar a diario las noticias.

Es contradictorio unirte e insistir en la campaña “Quédate en Casa” cuando tu profesión y responsabilidad te demanda andar en la calle, buscando la información, estar cerca de los focos de contagio, en muchas ocasiones con la protección mínima como mascarilla, lentes y alcohol en gel para tratar de evitar ser otra víctima del Covid-19.

Por temor, por compromiso, por respeto a los compañeros y amor a la familia tratamos de cumplir al máximo los protocolos de bioseguridad en todos los escenarios de cobertura diaria cuando andamos en la calle, regresamos al canal a procesar la información y principalmente cuando regresamos a casa las medidas se extreman a pesar de lo tedioso y cansado de hacerlo a diario, vale la pena por ser gran parte de la garantía que nuestra familia se encuentre bien, aunque hay momentos que podemos descuidar y ser presa del mortal virus.

En muchas ocasiones la tensión, la ansiedad, la desconfianza se apoderan del equipo de trabajo, especialmente cuando se ven casos de personas contagiadas, agonizando por Covid o amigos y familiares que fueron vencidos por el virus.

Dejando la parte humana, también ha sido complicado recolectar la información, hacer entrevistas, llegar a tus fuentes, lograr historias manteniendo el distanciamiento físico, adaptar tus equipos de grabación, tus usuales pautas de cobertura como lo hacías antes de la pandemia.

Hay mucha desconfianza entre el periodista y la fuente, especialmente cuando se trata de entrevistas presenciales, se ha reducido sustancialmente esta modalidad, hemos recurrido a entrevistas virtuales utilizando el internet y varias aplicaciones para recabar opiniones y declaraciones de varias fuentes, reduce la calidad del video, pero se mantiene el contenido.

La reducción del personal, algunos por despidos otros por enfermedad y unos laborando desde casa, en muchas ocasiones hay sobrecarga de trabajo para los que producen desde la base de manera presencial.
La pandemia del Covid-19 también nos ha forzado a procesar noticias en la “nueva normalidad”, y al igual que todo el mundo nos preguntamos:

¿Hasta dónde y cuándo llegaremos con esto?, ¿Cuándo terminara esta pesadilla?…
Dios nos proteja a todos los periodistas y nuestras familias para salir victoriosos de esta tormenta y seguir contando la historia…