Un vistazo al arte salvadoreño

Hay notables escultores, fotógrafos, cineastas y pintores fuera de las fronteras del sentir patriótico y de manera intensa han gritado a trazo de pincel, o punta de un cincel, por medio de un video, un drama o una canción, lo que experimentan hasta el tuétano.

Written by: Dacxilia S. Deras
Artista visual y escritora-colaboradora EN News

(EN News) En este artículo te presento una pequeña muestra de obras trascendentales, sin embargo, existe una infinidad de piezas que vale la pena conocer de ellas.

El arte en El Salvador que data de principios del siglo veinte es considerado una muestra que realza los orígenes de una cultura de pleno desarrollo en la campiña, en un ambiente de costumbres y tradiciones que se ven plasmados desde el ojo de los artistas.

Estos han tomado para bien darle un sentido desde el paisajismo hasta llegar a lo abstracto y vanguardista, resaltando la belleza femenina en un estilo mestizo, así como tendencias estilísticas y de carácter interpretativo que vienen a romper con lo usual, desde un punto de vista propio.

Pedro Ángel Espinoza, (1899-1939), La primera Reforma agraria, óleo sobre tela, 129×181.5 cm 1935. Basado en un suceso histórico, la firma de documentos durante la entrega de escrituras de la primera reforma agraria, paisaje con campesinos y autoridades de la época.

Puede decirse que la evolución cultural que El Salvador ha desarrollado claramente a través de la producción histórica de sus artistas, predominando en esa ventana una lucha por ideales, y el progreso de los pueblos, como también una reafirmación de sus orígenes, con tanta calidez que resulta casi imposible no darse cuenta de la variada influencia cromática tropical, costumbrista, tradicional y de lo respetuoso de los antepasados.

Estableciendo una base de pensamiento que aun las nuevas generaciones toman como un cimiento para producciones emergentes, permanece todavía el ojo del curador y el tema preferido en salas de exhibición. No obstante, éste también se está transformando, introduciendo una reingeniería de técnicas para ver más allá de lo históricamente utilizado, pasando a lo conceptual y abstracto.

Podemos encontrar, puntillismo, expresionismo, hiperrealismo, surrealismo, muralismo y otras más.
Consideremos que la disciplina que más ocupa a los artistas de nuestro país es de la pintura y encontramos un fuerte legado de ellos que ha servido como inspiración para nuevas corrientes temáticas.

El artista salvadoreño ha jugado un papel invaluable en la sociedad salvadoreña, ha llevado la ardua labor de ser la voz dentro y fuera de las fronteras del sentir patriótico, de manera intensa, ha gritado a trazo de pincel, y a punta de un cincel, por medio de un video, un drama o una canción, lo que experimenta hasta el tuétano, emociones cruzadas desde un conflictivo pasado hasta una modernidad a pausas, representando desde un sentir individual lo que ha significado para la voz populli.

José Mejía Vides (1903-1993), «India de Panchimalco”, Óleo sobre Tela, 81 x 70.05 cm, 1935. Destaca y representa la identidad nacional.

Aún en medio de la dura realidad que se vive, y a raíz de las consecuencias de la reciente pandemia mundial Covid-19, el artista salvadoreño no deja de lado, por así decirlo, su instintiva necesidad de crear e interpretar, asimila, y no desmaya en el proceso.

Para comprender aún mejor la evolución del arte en El Salvador puedo sugerir la lectura de Cronología de la historia de las Artes Visuales de El Salvador (1821-2015), escrito por el curador y artista plástico Jorge Palomo.

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