El espíritu de la poesía no muere se reproduce y actualiza por mutación social
El estilo del poeta social al momento de escribir es directo y claro, de fácil comprensión, para que todo aquel que lo lea pueda comprender el objetivo.
(EN News) La poesía de carácter social o también llamada literatura comprometida, surge en España en la década de 1950 al 1960, siendo un llamado a la libertad.
Ese momento socio político del viejo mundo, sin duda alguna, tuvo su influencia en el territorio salvadoreño, dando origen a la llamada “Generación Comprometida”.
La poesía social se vuelve parte importante en el medio literario de nuestro país, ya antes había manifestaciones vagas, sin embargo, estamos en la antesala de un sentir revolucionario y con miras a alcanzar un bien común.
La poesía se vuele el grito en verso libre, de una preocupación general, de una denuncia épica, protestante y testimonial, el cual hasta la actualidad continúa siendo un medio de lucha de muchos acallamientos populares.
La generación comprometida en El Salvador, conformada por varios escritores, tenía como objetivo común el compromiso social y político que se vivía en esa época en el país.
Se pretendió con la literatura social-revolucionaria y a través de las diferentes acciones en un contexto social-progresista, motivar a las masas a reclamar sus derechos fundamentales, aunque esto conllevara poner en peligro sus vidas por la reivindicación de la libertad en medio de la opresión.
Desde el punto de vista en que el poeta comprometido escribe, la poesía es vista de una manera no lírica propiamente, sino, como una herramienta para incentivar el cambio de pensamiento y de realidad del país, a través de la denuncia y en busca de apoyo hacia los menos favorecidos.
El estilo del poeta social al momento de escribir es directo y claro, de fácil comprensión, para que todo aquel que lo lea pueda comprender el objetivo; no tiene importancia la estética, pero sí el contenido del mensaje que se convierte en el centro de atención.
Esta generación busca y logra influir en las manifestaciones artísticas y literarias en El Salvador, como, por ejemplo: Álvaro Menéndez Leal con su obra “Luz Negra”, Roque Dalton con “Historias prohibidas del Pulgarcito” y Tirso Canales, hasta llegar a lo popular de José Roberto Cea, y otros más como Camilo Minero, Irma Lanzas de Chávez Velasco, entre otros.
Sin embargo, aún hoy existe una generación con sentimiento social, muchos en la lejanía de la grandes argollas sociales, que plasman en sus letras el dolor, la inconformidad, pautas de cambio y solidaridad con el menos favorecido; desde el encierro; pero con su voz sonora conocida en todo el mundo, gracias a las redes sociales.
A través de estas podemos encontrar desde las diversas disciplinas artísticas expresiones, quizás ya no revolucionarias como aquellos tiempos, pero sí comprometidos cultural y socialmente ante una globalización volátil y abrumadora.
El género literario hoy por hoy en el país, también tiene mucho que enseñar y ofrecer al mundo. Grandes Poemas en generaciones distintas:
*AYER (Poema de Roque Dalton)
-Junto al dolor del mundo mi pequeño dolor,
-Junto a mi arresto colegial la verdadera cárcel de los hombres sin voz,
-Junto a mi sal de lágrimas, la costra secular que sepultó montañas y oropéndolas, junto a mi mano desarmada el fuego,
-Junto a mi fuego el huracán y los fríos derrumbes,
-Junto a mi sed los niños ahogados danzando interminablemente sin noches ni estaturas,
-Junto a mi corazón los duros horizontes y las flores
-Junto a mi miedo el miedo que vencieron los muertos,
-Junto a mi soledad la vida que recorro,
-Junto a la diseminada desesperación que me ofrecen, los ojos de los que amo, diciendo que me aman.
*CORAZONES HAMBRIENTOS (Dacxilia S. Deras)
-En mi pueblo hay hambre de maíz y trigo, de flores y encantos, de risas y aplausos.
-Mi gente tiene hambre de verdes moras, lirios y alondras, de alboradas y matronas, de papel y lápiz con poesía de historias.
-Hambre del café, del buen café, del frio de los cerros, de viejas canciones a la orilla de ríos y bajo los cedros, del frijol negrito con suave arroz de una olla de anhelos, hechos con el fogón con amor del bueno.
-El pueblo tiene sed de aguas cristalinas de riachuelos, sueños de justicia y méritos, de frutas silvestres cerezas y duendes, de fantasías al unísono de realidades.
-Sed de un buen vino de suertes añejas, ideologías y letras.
Los corazones hambrientos de mi pueblo quieren comer del pan de la esperanza y beber del agua de la sabiduría.
Algunos Poetas y escritores de occidente: las nuevas generaciones de la pluma.