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Banco Agrícola e IFC aportarán hasta $330 millones para dinamizar la economía salvadoreña

Ambas entidades buscan apoyar la reactivación económica mediante una agenda común que promueva la productividad y dinamice la economía en el corto y mediano plazo.

(EN News) La apuesta por un El Salvador productivo, en el cual se promueva desarrollo económico sostenible, ha motivado a Banco Agrícola a buscar un crédito con la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo del Banco Mundial, de hasta $330 millones de dólares para contribuir a la recuperación de la economía salvadoreña.

Como parte de Grupo Bancolombia, el objetivo del banco es ser una plataforma para impulsar una prosperidad duradera, en equilibrio con el entorno, y ser un motor de bienestar; propósito que comparte con IFC. Ambas entidades buscan impulsar una agenda común que promueva la economía local y apunte a impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).

En ese sentido, este paquete de financiamiento servirá para apoyar a sectores afectados por el cierre económico, especialmente aquellos que han tenido dificultad de acceso a servicios bancarios, como las MiPymes y mujeres empresarias. Asimismo, ayudará al segmento de viviendas sostenible e inversiones climáticamente inteligentes, incluyendo edificios verdes.

En línea con la agenda global de los ODS, se identificaron tres frentes en los cuales se puede generar mayor impacto para apoyar a dichos segmentos:

-Fortalecer el tejido productivo: ayudando a que se vuelva más sólido, diverso y a proveer empleos dignos para que las personas puedan desarrollar sus capacidades y generar ingresos.

– Construir ciudades y comunidades sostenibles: para lograr que cada vez más personas accedan a viviendas dignas; ayudar a desplegar soluciones de movilidad con menor huella ambiental; y apoyar a las industrias altamente contaminantes en su proceso de descarbonización.

– Fomentar la inclusión financiera: facilitando el acceso a productos y servicios bancarios y brindar educación financiera para contribuir a la formalización de la economía. Especialmente a mujeres empresarias que ganan participación en la actividad productiva del país y para quienes sus negocios son una oportunidad de generar ingresos y bienestar para sus familias.

Según datos de CONAMYPE, las micro, pequeñas y medianas empresas, representan cerca del 90% de las empresas salvadoreñas; la mayoría de estas registran bajos o nulos ingresos y cuentan con poco capital para iniciar operaciones en las primeras fases de reapertura económica. Según IFC, poco más del 40% de dichas empresas tienen acceso a un préstamo bancario o una línea de crédito, y las barreras son aún mayores para las mujeres, con solo el 24% de ellas con acceso a una cuenta.

Las pymes y las mujeres empresarias enfrentan mayores dificultades para obtener la financiación necesaria para llevar a cabo su actividad diaria. IFC tiene como objetivo ayudarles a abordar esta necesidad inmediata, al tiempo que promueve un mejor acceso al crédito a largo plazo, dijo Sanaa Abouzaid, Gerente Regional de la IFC para Centroamérica.

El compromiso entre ambas instituciones incluye un componente de asesoramiento de IFC, apoyado por la Iniciativa de Financiación de Mujeres Empresarias (We-Fi, por sus siglas en inglés), para ayudar a identificar oportunidades de negocio que aborden las necesidades bancarias específicas para las MiPymes en El Salvador y ampliar su acceso a productos y servicios financieros.

“Más del 30% de la fuerza laboral formal de nuestro país es generada por micro y pequeñas empresas; apoyarlas con herramientas y protegerlas para asegurar su permanencia y la conservación de empleos en el país se vuelve importante. Como el banco de los salvadoreños, reconocemos nuestro compromiso y responsabilidad, y por eso, queremos contribuir con este tipo de apoyo financiero a los esfuerzos que ya están realizando los distintos sectores, porque El Salvador nos necesita a todos”, dijo Rafael Barraza, Presidente Ejecutivo de Banco Agrícola.

“Sabemos que muchos salvadoreños se están enfrentando a grandes retos de cara a esta coyuntura; y ante ese panorama, muchos han buscado opciones para mantenerse a flote. Por eso, queremos garantizar que nuestras acciones contribuyan con la reactivación económica, y esto será posible gracias al financiamiento que recibimos de IFC. En tiempos como este, es una importante muestra de confianza hacia el banco y el país”, agregó.

Banco Agrícola busca, además del crédito, robustecer su conocimiento técnico en cuanto a financiamiento climático, convirtiéndose así en el primer banco de El Salvador en hacer crecer su cartera de activos climáticamente inteligentes. IFC compartirá sus conocimientos sobre edificios verdes y equipará al Banco con su herramienta de certificación de edificios verdes EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies).