Libertad de expresión versus libertad de pensamiento
Los valores morales aparecen implícitos en el ser humano y la práctica del periodismo es una de las actividades en las que igualmente deben mantenerse presentes.
(EN NEWS) Como libertad de expresión en su más puro derecho, el máximo tribunal del país ha reconocido que los funcionarios públicos deben de someterse a la rigidez del pueblo cuando les exige con palabras fuertes, bajo el principio llano de no tener la piel tan delgada como para sentirse ofendido.
El daño moral, es un reclamo legal que juega un papel importante en el uso de la información de una persona, cada vez se irá perfeccionando tal cuestión.
Yo veo un país donde poco se reconoce al verdadero informador, al hombre o mujer veraces que, en investigación de los casos, tiene como marco referente, llevar información a la población a fuerza de conformarse con su salario.
No pasa por alto a mi mira larga, el mercenarismo de muchos medios de comunicación y quienes lo conforman. Muchos de ellos, a venta de su postura en post o en contra de alabar o denostar a una persona o grupo de ellos que prostituyen su profesión.
Que lastimoso es ver, que no se tienten el corazón para herir las almas y a sus seres queridos por consecuencia. La limpieza de lo que se dice al informar, debe tener base firme a las suposiciones que juegan de mentira en mentira.
Si la verdad es el principio básico que nos da libertad, conviene su práctica continua. Cito al destacado filósofo español Emilio Lledó, para tratar de ser más clara:
“A mí me llama la atención que siempre se habla, y con razón de libertad de expresión. Es obvio que hay que tener eso, pero lo que hay que tener principal y primariamente, es libertad de pensamiento, como también libertad de prensa sin caer en la tentación malsana del libertinaje”.
¿Qué me importa a mí la libertad de expresión si no digo más que imbecilidades?…¿Para qué nos sirve la libertad de expresión,si no sabemos pensar, si no tenemos sentido crítico, si no sabemos ser libres intelectualmente?