No obstante a la fecha el Gobierno del Presidente Nayib Bukele tiene al día los pagos de deuda externa que encontraron.
(EN NEWS) La comisionada presidencial de Operaciones y Gabinete de Gobierno, Carolina Recinos, dijo esta mañana que el no pago de la planilla de la Asamblea Legislativa no es parte de un capricho o enfrentamiento, sino más bien, está sujeta a las realidades que vive el país, esto en respuesta a los señalamientos de chantaje que analistas hacen al Gobierno.
Como consecuencia previsible de las cuarentenas que paralizaron la economía mundial por el desgarrador covid-19, los ingresos del Estado salvadoreño caerán estrepitosamente en el orden de los $900 millones de dólares al cierre del 2020.
Este es el argumento aparente que acuña la administración Bukele para justificar el no pago hasta hoy de los trabajadores y proveedores legislativos, por lo que se aferran a la exigencia de priorizar entre cancelación inmediata de planillas a trabajadores y proveedores, versus el no pago de diputados y sus asesores.
«El Gobierno ha solicitado oportunamente todos los fondos para atender las necesidades de la población durante la pandemia, sin embargo, los diputados han aprobado $389 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros $20 millones del Banco Mundial», dice Recinos.
La funcionaria afirmó que todos los bonos que se han colocado durante la actual gestión del gobierno han sido de conocimiento de los diputados, mientras éstos aseguran que el tema del impago no es otra cosa más que una estrategia de chantaje del presidente Bukele a quien califican de dictador.
La lectura de Recinos es que los diputados están actuando de cara a las próximas elecciones, mientras que el Gobierno atiende la pandemia, y fuera de estos dos discursos contrapuestos está toda una población que vive ya con estrés la falta de entendimientos básicos de sus líderes políticos que a actúan como niños caprichosos.
«No se trata nada más del Gobierno (el tener fondos o no), sino que ellos tienen en sus manos una cantidad de recursos, no le pueden estar buscando más patas a la mesa. Esos fondos que los diputados tienen en sus manos podrían ayudar a cientos de miles de microempresarios para recuperar la economía”, reconoce Recinos.
Hablando de recursos Recinos sostiene que el presupuesto 2021 está equilibrado y que la principal apuesta es a la educación, salud y seguridad mientras sus oponentes del primer Órgano del Estado y analistas independientes aseguran que este plan de gastos presenta cifras exorbitantes como una estrategia de desgaste y pretender hacer quedar mal a los diputados.
