La posición del presidente pone en el centro a las víctimas y sus necesidades, incluyendo a las familias, dice Luis Escobar.

(EN NEWS) Monseñor José Luis Escobar, arzobispo de San Salvador, lamentó en su homilía virtual dominical que los Acuerdos de Paz se hayan convertido “en letra muerta” y recordó que las causas estructurales que dieron origen a la guerra en la década de los 80 continúan.

En su opinión no son tangibles los beneficios del hecho histórico que sí bien puso fin al conflicto armado el 16 de enero de 1992, no ha logrado hacer posible una paz real y duradera benefactora para los salvadoreños.

“No podemos conmemorar algo que no dio los frutos que pretendió. No es tangible los beneficios de los Acuerdos de Paz, la democracia es endeble, la injusticia es grande y la impunidad campante en todo el país, mientras se profundizó la desigualdad”, dijo Escobar.

El prelado enfatizó en que una celebración en sí “no es suficiente” y exhortó a las fuerzas políticas y a las instituciones del Estado salvadoreño a ir más allá para reducir la pobreza, apostar por la educación, la salud y lograr justicia tributaria-fiscal.

“La paz es fruto de un proceso y es una lástima que nos quedamos solo con los Acuerdos de Paz y que no se tomaron medidas reales para abordar las causas que originaron la guerra; luego hasta se aprobó una Ley de Amnistía espuria que pretendía cubrir todos los crímenes de lesa humanidad, eso es triste”, agregó el arzobispo de San Salvador.

En forma sutil y muy diplomática el arzobispo capitalino endosó respaldo a la posición oficial del Presidente Nayib Bukele quien decretó que cada 16 de enero se celebre el “Día de las Víctimas del Conflicto Armado”.

Esto según Luis Escobar, pone en el centro del tema a las víctimas y sus necesidades, incluyendo a las familias; contrario a la tradicional celebración de otros años donde se aplaudía el pacto entre el Ejército y la ex guerrilla del FMLN traducido en pacto para silenciar armas.

“Estar celebrando aniversario de los Acuerdos de Paz está bien, pero hay que trabajar en cambiar leyes y criterios injustos porque no podemos seguir conmemorando algo que sólo es letra muerta e inoperante”, puntualizó el arzobispo.