Elizabeth Blackwell, primera artista botánica e ilustradora excepcional
Hoy quiero compartirles la breve historia de una mujer que tuvo un gran impacto en el mundo de la medicina. Elizabeth Blackwell artista botánica inglesa (c. 1700-1758).
(EN NEWS) A mediados del siglo XVIII, Blackwell impresiona profundamente a muchos médicos, botánicos y boticarios ingleses en Londres. Hija de un comerciante de Aberdeen y educada como artista.
Conozcamos como surge la idea en esta talentosa artista de plasmar a través de sus dibujos el mundo de las plantas.
Blackwell fue la primera mujer en crear el texto médico ilustrado, < A Curious Herbal> que se publicó en 1737. Su trabajo dejó precedentes para una mujer de su época, así como también las duras circunstancias que enfrentó como madre y esposa, las cuales fueron las que dieron el empuje para llegar a ser lo que ahora conocemos de ella.
Una prueba muy certera de que de “a menudo las dificultades preparan a la gente ordinaria para un destino extraordinario” (C.S. Lewis).
En ese momento Alexander, su esposo, ejercía como médico y estaba en la prisión de deudores. Él fue cuestionado por sus prácticas médicas debido a sus calificaciones por lo que deciden mudarse a Londres para evitar que Alexander fuera acusado de practicar la medicina ilegalmente.
Luego, se asoció con una firma editora y tras adquirir algo de experiencia estableció su propio taller de impresión. Fue acusado de desobedecer las reglas del oficio y tuvo que pagar una cuantiosa multa, encontrándose obligado a clausurar el taller y termina en la cárcel.
Para este entonces Elizabeth queda endeudada, debe mantener la casa y criar a su hijo.
En Inglaterra, las hierbas estaban siendo el tema de moda y vio la oportunidad de trabajar de farmacopea para mostrar y describir plantas exóticas del Nuevo Mundo y decidió hacerlo y tomar el empleo.
Se muda cerca de Chelsea Physic Garden de Londres para poder comenzar a dibujar plantas de especímenes reales, yendo y viniendo del jardín.
Cuando terminaba los dibujos los llevaba a la cárcel donde su marido les ponía los correspondientes nombres en latín, griego, italiano, español, holandés y alemán, así como las descripciones de cada planta.
Ella misma dibuja, graba y colorea cada imagen a mano, con lo que se ahorra mucho dinero al no contratar personas para ello. De 1737 a 1779, sin parar, publicó cuatro planchas semanales por entregas, hasta producir 500 imágenes.
Era un arduo trabajo para una sola persona todo con el objetivo de poder sacar a su esposo de la cárcel al pagar la deuda y poder mantener a su hijo.
Hizo grandes estudios de las plantas, no solo se concentró en ilustrarlas, tuvo que aprender de botánica por lo que recibió asesoramiento del entonces conservador del Jardín Botánico de Chelsea, Isaac Rand, veo esto como un claro ejemplo de que la especialización en el aprendizaje autodidacta nos lleva a conseguir nuestras metas.
Definitivamente consigue lo que se propone, logra liberar a su esposo, sin embargo, siguen ocurriendo sucesos desagradables hasta que vuelve a tener problemas cuando es acusado de conspiración varios años después.
Fue ejecutado por haber participado en un complot contra el Príncipe para cambiar la sucesión al trono sueco. Es sentenciado a morir decapitado, siendo ejecutado en 1747, momento en que Elizabeth deja de trabajar.
Hoy en día su obra “A Curios Herbal” se encuentra resguardado en la Biblioteca Británica de la colección del Rey Jorge III.
Sin embargo, puedes ver una copia virtual del mismo en el siguiente enlace:
https://archive.org/details/mobot31753002620844/page/404/mode/2up
A pesar que no vuelve a ser la artista que nos maravilló con esas ilustraciones, dejó un gran legado en el arte para el futuro de la practica de la medicina y la botánica, es como si el propósito de su preparación hubiera sido precisamente para ese momento en su vida.
Elizabeth continuó en Swan Walk hasta su muerte en 1758. Su tumba está en el cementerio en Chelsea Old Church y ella es uno de los cuatro nombres en una placa en Chelsea Old Church dedicada a la memoria de las mujeres de Chelsea distinguidas por su conocimiento y piedad.
La historia de Elizabeth no es un invento para una película de televisión (lo cual no seria mala idea), si no una historia real que nos demuestra hasta donde a una persona puede llevarla la determinación por lograr sus metas, aun no sabiendo como, el fuerte deseo unido a la voluntad y la capacidad de reconocer la oportunidad hizo que esta mujer en ese momento de crisis viera una puerta de salida a su problema.
Vemos claramente la ejecución de un plan: Se autoformó en el área que no conocía, sumando a sus conocimientos y puso todo su esfuerzo y habilidades en el camino de su anhelo. Blackwell nos enseña que lo que se hace con pasión y esfuerzo dará inevitablemente frutos excepcionales.