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La importancia del editor en la elaboración de contenidos

La redacción de contenidos impresos no se queda atrás y a pesar del avance tecnológico estamos aún un poco lejos de que desaparezca.

Written by: Licda. Dacxilia S. Deras Artista visual y escritora-colaboradora EN News

(EN NEWS) —Hoy en día el trabajo del editor debe verse lejos de ser meramente ordenar papeles y darles forma para que a la hora de imprimir tengan una mejor cara, no se limita a diagramar o usar una tipografía elegante o de tendencia. Ya no debe verse como un oficio si no como el trabajo de un experto el cual puede incluso hacer la diferencia entre el éxito o el fracaso de un escritor.

Con la rápida propagación del mundo digital y sus contenidos, ha crecido exponencialmente la necesidad de contar con la asesoría o llamémosle “ayuda idónea” para poder elaborar contenidos de alto impacto y trascendencia, ya sea para una red social, una pagina web profesional, blogs, o también para la elaboración de contenidos editoriales como lo es la creación de e-books.

Por otro lado, la redacción de contenidos impresos no se queda atrás y a pesar del avance tecnológico estamos aún un poco lejos de que desaparezca, sea cual sea el caso ambas necesitan la aplicación de la “magia” de lo que es la edición de contenidos.

Ahora bien, cuando hablamos de edición de contenidos, de cualquier tipo, no se trata solo de realizar ajustes de márgenes o la aplicación de normas ortográficas y/o gramaticales.

La labor del editor como tal va más allá de eso, tanto que puede incluso ayudar al autor de una obra a dar a entender su mensaje, su esencia, su mundo interior de una manera más efectiva, canalizado a través de una corrección de líneas y estilo sin perder la voz propia del escritor. El editor en sí, viene a ser el interprete mas fiel para el escritor cuando de transmitir un mensaje se trata.

En ese sentido, el editor irá más allá de lo escrito, al realizar una edición avanzada si es requerido, este se sumerge de tal manera en la escritura que analiza a modo de encontrar todos los vacíos o remanentes de expresión en el escrito que puedan interferir para su adecuada interpretación.

Se pone por un momento en el lugar del escritor y al otro está en el lugar del lector, (en este último caso las conocidas pruebas de lectura jugaran un papel vital). Esta dinámica mental le ayuda al editor a ubicar por ambos lados donde puede estar la falla del texto.

El editor toma en cuenta cosas que van más allá de la lectura tal cual, realiza incluso en algunos casos una investigación histórica de los hechos, con tal de que las fechas y cronologías narradas vayan acorde a los hechos reales, o creados por el escritor, para evitar una discordancia en el hilo conductor de la narración.

Hace uso de la adecuada propiedad de las palabras, con sumo cuidado analiza el uso de palabras en algún momento donde perciba que quizás no está siendo adecuadamente usada, por lo que todo editor debe contar con un amplio criterio y vocabulario, así mismo, usar la más actualizada información del idioma en el que edita.

Mantener el orden de ideas a lo largo de la lectura es algo que a veces al escritor puede pasar por alto, y necesita redireccionarse en alguna parte de su escrito, es acá donde el sentido de orientación en la escritura creativa proporciona un gran apoyo.

No saber en qué esquina del escrito girar y hacia dónde o sentir que la escritura no fluye en algún punto es algo muy común para los escritores, por lo que los editores siguieren hacer una pausa, relajar la mente en otras actividades y luego volver.

Al retomar suele suceder que se detecta en qué se perdió al momento de escribir, o descubre algún elemento que hace infructuosa la escritura cayendo en redundancias vanas del contenido, todo esto puede el escritor mismo saberlo, sin embargo, el trabajo del editor ayuda a clarificar estos bajos durante el proceso y sugerir las acciones adecuadas al escritor e incluso corregirlas.

La función del editor en el proceso de un texto es insustituible. El hecho de colocar el nombre del editor en la página de créditos como comúnmente se hace, no debe verse como un requisito si no como un merecido reconocimiento.

Hoy por hoy, la bibliología hace una clasificación de la edición como una disciplina científica, con una categorización propia, amplia, sumamente investigativa, que, junto a las herramientas lógicas de la diagramación, la foto composición, el diseño gráfico, la ingeniería poligráfica, las artes literarias, por mencionar algunos elementos en el proceso de edición se ha vuelto un pilar en la actualidad vital para la realización de un texto de calidad.

La edición de textos ha venido dentro de un proceso evolutivo adaptándose y generando nuevas ideas y herramientas que han revolucionado el mundo tecnológico de la producción de libros y textos.

Aun así, falta camino que recorrer, pues no existe una carrera universitaria que establezca un pensum asociado a este arte y que pueda educar completamente de forma especializada.

Sin embargo, encontramos que la mayoría de los que ejercen el honorable trabajo de Editor es aquel que sale de la universidad y busca de manera autodidacta ahondar más en el campo de la edición, encontrando así la manera de desarrollarse para poder ejercer de una manera profesional.

El editor en resumidas cuentas se forma después de un largo proceso, como investigador, diseñador, escritor, educador, bibliógrafo, psicólogo, conocedor de las artes en general, llega a desarrollar un amplio criterio de la vida, sentido de empatía, percepción del espíritu y muchas otras cosas más que juntas le dan un sentido amplio para ejercer su trabajo.

La mente del editor por vocación es un mundo maravilloso de infinitas ideas, imaginación y creatividad que complementan y dan forma a los caminos trazados por el escritor.