La férrea batalla entre medios informativos versus la imagen de un presidente Millennial
El periodimo es por definición una profesión noble, pero tristemente por conservar un empleo, muchos buenos periodistas tienen que acatar y defender una agenda patronal.
(EN NEWS) —Durante décadas, el periodismo tradicional, estadounidense o latinoamericano (para el caso salvadoreño) ha sido tildado de transparente y verdadero, cuando en realidad han manejado agendas obscuras o línea política con sesgo ideológico.
Recuerdo cuando este servidor estaba pequeño al escuchar el pregón del vendedor de periódicos, su voz era sinónimo de respeto; es más, podría decir que fue parte de nuestra cultura provinciana el ver señores sentados en la esquina del Barrio, todo mundo tomando su cafecito y leyendo las noticias más actuales de el país, lo que no estaban concientes es que sólo se informaban con noticias de interés de los dueños de estos medios informativos.
En la actualidad da coraje ver cómo estos medios están en lucha, misma que no podrán ganar contra una figura política del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, con la aceptación arrasadora del 97% de la población.
Es tan grande la ridiculez que recientemente salió en la portada de un periódico una gran falacia que la vacunación del país era la más lenta cuando el conocimiento general de la población es que se ha vacunado a más de medio millón de personas con la vacuna contra el Covid-19.
El castigo ciudadano para estos medios de comunicación es cerrar por falta de audiencia, tal como ocurrió recientemente con uno de los programas televisivos de oposición en El Salvador, porque en realidad su contenido era intentar destruir la imagen del Gobierno salvadoreño.
El dilema: entre más atacan al actual gobierno más credibilidad pierden sin duda es una batalla difícil de ganar por los propietarios de los medios, no así muchos periodistas honestos que con profesionalismo y sacrificios se ganan aplausos del público.
En las últimas elecciones de Estados Unidos se puso de moda un fenómeno llamado “fake news” que companies fuera del país creaban cuentas falsas, artículos falsos e infinidad de cosas para generar división y odio entre los votantes; tristemente plataformas como facebook muy tarde se dieron cuenta del problema y empezaron a borrar todas estas cuentas que monetizaban sus noticias falsas.
Una plataforma como twitter, sin embargo, ha servido para desmentir porque una figura política desde su cuenta puede corroborar si la noticia es falsa o verdadera; algo que sin duda llama la atención es ver cómo periódicos impresos no pagan impuestos, aun cuando generan ingresos muy onerosos, pero pronto eso cambiará con la nueva Asamblea Legislativa de El Salvador.
El periodimo es por definición una profesión noble y tristemente por conservar un trabajo, muchos buenos periodistas tienen que seguir una agenda patronal, pero ojalá algun día puedan ejercer un periodismo cultural con los verdaderos y sanos propósitos de informar y orientar a la opinión pública sin morbo ideológico.