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La Biblia ¿Conviene su Lectura en los Centros Educativos ?

Jaime Ernesto Siman Investigador Columnista de El Norteño News

He oído de la iniciativa de introducir la lectura de la Biblia en las escuelas públicas en El Salvador. Unos tienen miedo de que al hacerlo se esté indoctrinando a los niños en una fe que tal vez sea ajean a la de sus padres. Otros opinan que lo único que se pide es dar la oportunidad a los niños de leer la Biblia, un libro que traerá beneficios morales.

Adam Goodheart, escritor contribuyente en USA TODAY, escribió que “Es imposible entender quiénes somos si no entendemos de dónde venimos”. Si queremos saber de dónde venimos, y entender quién es el hombre, su propósito, condición y destino, necesitamos consultar con su Creador.

El profeta, inspirado por Dios, plasmó en el Salmo 94 las siguientes preguntas retóricas: “El que hizo el oído , ¿no oye? El que dio forma al ojo, ¿no ve?” La respuesta es un obvio, ¡Sí!. El Creador Omnipotente que hizo el oído, oye. El hizo también los ojos, y ve. Y también hizo la lengua, y nos habla. Dios nos habla a través de la Biblia, las Sagradas Escrituras.

El salmista escribió “La suma de tu palabra es verdad, y cada una de tus justas ordenanzas es eterna.” Salmo 119:160. La suma de la Palabra de Dios no pudiera ser verdad, si alguna parte tuviera error. Pero toda la Biblia es verdad, desde el primer libro, Génesis, hasta el último, Apocalipsis. El profeta Isaías escribió: “Sécase la hierba, marchítase la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.” Isaías 40:8. Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.” Mateo 24:35.

La Biblia es para mí lo que fue para el salmista, “Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.” Salmo 119:105. Pero se necesita un corazón abierto y sediento por conocer la verdad. Bien dijo Alexander Pop, “Obliga un hombre contra su voluntad, seguirá de la misma opinión.”

Cuando leemos la Biblia con el corazón abierto, entendemos por el Espíritu Santo que ella es verdadera, la revelación de Dios para el hombre. Job declaró “¿No distingue el oído las palabras como el paladar prueba la comida?” Job 12:11. Jesús dijo: “Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o si hablo de mí mismo.” Juan 7:17.

He oído de la iniciativa de introducir la lectura de la Biblia en las escuelas públicas en El Salvador. Unos tienen miedo de que al hacerlo se esté indoctrinando a los niños en una fe que tal vez sea ajean a la de sus padres. Otros opinan que lo único que se pide es dar la oportunidad a los niños de leer la Biblia, un libro que traerá beneficios morales.

Personalmente me encantaría poder enseñar la Biblia en las escuelas públicas. Sin embargo, si tuviera mis hijos en una escuela pública no quisiera que cualquier persona, aunque se considerara experta en la Biblia, se la enseñe a mis hijos. Un ateo; o un religioso que distorsiona su interpretación sana; o alguien sin el Espíritu Santo, pudiera hacer más daño que beneficio al leerla o enseñarla a mis niños.

Pero hay una pregunta muy importante para usted: ¿ha introducido a su vida el hábito de leer y meditar en la Biblia? ¿La ha introducido en su hogar? Su vida, y la de sus seres queridos depende de ello. Jesús dijo: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” Juan 6:63. “Está escrito, no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” Mateo 4:4

Jaime Simán

Escrituras bíblicas tomadas de:

La Biblia de las Américas, © 1986, 1995, 1997

by The Lockman Foundation. Usadas con permiso.