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En el fútbol y otras áreas somos representados por buenos salvadoreños

Licda. Verónica España, en colaboración para EN News

¿Qué es el fútbol? No me alcanzarían las palabras para explicar en que consiste este maravilloso deporte, donde la pelota baila en la cancha al son de los pases de los jugadores para llegar a la ansiada red.

Y ¿qué decir de las pasiones que desata? Son innumerables: euforia, llanto, carcajadas y hasta enojo. Las emociones que viven los espectadores están a flor de piel, al momento que juega su equipo favorito.

Recientemente, en el estadio Cuscatlán de San Salvador, se desarrolló el encuentro entre El Salvador y México. El resultado ya todos lo sabemos: 2 a 0, a favor del pais azteca.

Aunque esto no nos dejo buen sabor de boca, lo cierto es que nuestra Selecta Salvadoreña esta jugando como nunca y aunque no soy experta en este deporte, considero que se necesita afinar ciertos detalles para obtener el gane; pero vamos en el camino avanzando con paso firme.

Durante todo ese día se respiró fútbol…en todas partes se hablaba del encuentro y se hacían apuestas al respecto.

Los aficionados, desde tempranas horas, estaban afuera del Coloso de Monserrat (como se le llama al estadio Cuscatlan) esperando que las puertas se abrieran y lograr un buen puesto. Que gran ejemplo de sentirse orgulloso de nuestra patria, que en esta oportunidad era representada por los 11 jugadores de la Selecta Salvadoreña.

Ahora bien, el juego inicio y vino la desilusión y hasta enojo de los salvadoreños que apreciaban el juego.

Y me veo obligada, como un deber moral muy mio, a tocar un punto muy desagradable como es el hecho de arrojar bolsas, que supuestamente contenían agua a los jugadores mexicanos; esto en pleno encuentro.

Doy fe, firmemente, que este acto de mala educación NO representa a los salvadoreños; solo a un grupo que carece de valores y que se dejo llevar por el descontento que se vivía.

Somos un pueblo que se ha levantado de entre las cenizas, como la mitológica ave fénix. Somos salvadoreños esforzados, que bajo las balas, en pleno conflicto armado y con dolor en nuestro corazón, seguíamos con nuestras vidas…ya sea estudiando o trabajando para forjarnos un buen futuro.

Gran legado de perseverancia que se le ha dejado a las nuevas generaciones, que pese al sufrimiento no perdíamos las ganas de salir adelante, poniendo nuestro corazón en lo que hacíamos.

Cuando la tierra se ha estremecido sin piedad y los terremotos han dejado dolor y destrucción a nuestro pais, hemos caído de rodillas, pero nos hemos levantado con dignidad y orgullo.

En todo el mundo, hay profesionales salvadoreños que están destacándose en sus carreras. Y como hablo de lo que conozco, no puedo dejar de lado a mis queridos periodistas salvadoreños, que ahora están poniendo el alto el nombre de El Salvador en Estados Unidos.

Hombres y mujeres, con quienes alguna vez coincidí en algun medio de comunicación, y ahora los veo triunfando en su área a nivel internacional a base de esfuerzo y estudio; todos ellos siempre tendrán mi respeto y admiración.

Si señores, hay personas grandes y educadas, dentro y fuera de nuestras fronteras. Por todo el territorio nacional también nos encontramos a salvadoreños nobles, que sin necesidad de tener títulos que ostentar, son capaces de quitarse el bocado para dárselo al prójimo necesitado.

Reitero, esos actos de descortesía que se viven en el estadio, no nos representan. Somos un pueblo enorme, no por el área territorial, sino por la grandeza de nuestras almas.

Y si hemos sido sancionados, no podemos cuestionar tal situación, y si toca pedir disculpas, en nombre de este grupo de salvadoreños que en el estadio no actuaron de forma educada y no nos representan, pues las pedimos.

Porque también tenemos la humildad que nos hace verdaderos hijos de Dios, y además tenemos la capacidad de ayudar a levantar a quien lo necesita…pues quien no es capaz de dignificar nuestra Bandera, si necesita que se le guíe en el camino, en este camino de la vida donde siempre, siempre se buscará fortalecer la cultura de paz.