El arte es considerado hoy una amplia red de estudio, difusión, conservación y proyección que ha llevado a resultar en un invaluable legado artístico producido por la humanidad a lo largo de la historia.
Durante el siglo XX proliferaron las instituciones, fundaciones, museos y galerías de índole público o privado, todas dedicadas al análisis y clasificación de todo tipo de arte. La exposición de arte a un público menos selecto también ha sido promovida a finales de esa época.
Ahora con la llegada de la época de la información en los inicios del siglo XXI la tarea se ha vuelto por un lado más fácil al otorgar medios y herramientas para hacer dicha labor mas productiva, sin embargo, es también más competitiva y exigente.
Indudablemente en este trecho están los medios de comunicación quienes han sido fundamentales para el estudio y divulgación del arte. Han surgido nuevos estilos y tendencias en exposiciones como las bienales de Venecia y São Paulo.
Ahora bien, la historia del arte en general, se encarga de “llevar la cuenta” de todos los productos de cada país, lo cual implica que la historia del arte es la historia general de todas las obras o productos artísticos determinados en tiempo, espacio y formas de comunicación.
Por ende, el historiador del arte es aquel estudioso o investigador que explica los procesos de producción artísticos, de tal manera que él se encarga de averiguar el nacimiento, evolución, valor estético y cultural de las obras y procesos estéticos.
Analicemos un poco la historia, sabemos que las primeras manifestaciones de lo que se llama arte están relacionadas con percepciones sobre naturales, es decir, con la magia, mencionamos a las pinturas rupestres, las estatuillas de dioses, etc., del arte prehistórico.
Sin embargo, lo que ha sido llamado arte ha evolucionado hasta ya no poseer estrictamente ese sentido mágico, pasando a tener, casi podríamos considerarlo de una manera exclusiva, un sentido estético. En cada época ha habido un dilema entre estética y didáctica, dominando una u otra.
Desde Grecia el arte ha estado vinculado a la naturaleza, la cual se interpreta de forma más o menos idealizada o realista. Recordemos que la forma de interpretar la naturaleza cambia con las épocas. Aquí el dilema es entre realismo y abstracción.
La abstracción llegará a su punto culminante en el siglo XX, a la cual Kandinsky llamaría arte total. Desde el siglo XVIII el arte sirve como espejo de la época, y como vehículo de denuncia social y de transformación humana.
En el siglo XIX el liberalismo adopta una nueva concepción de lo que es el arte, la proyección de la personalidad genial del artista y de sus sentimientos; como Van Gogh que expresa subjetivamente su psicología. Aparece un tercer dilema entre la imitación fría y la expresión.
El expresionismo en el arte lo encontramos en todas las épocas, pero nunca tan claramente como en el siglo XX. La fotografía ha liberado al arte de su obsesión por la imitación, por lo que ha de buscar otros caminos que le definan y le individualicen.
Entonces, he aquí la cuestión ¿Existe un arte universal?
No hay, pues, un concepto de arte universal, ni un lenguaje universal del arte, cada época y cada cultura tiene el suyo e interpreta las manifestaciones artísticas desde su punto de vista.
Desde el paleolítico, la edad de los metales, Egipto y América surge el arte antiguo, luego arte clásico, medieval, moderno y contemporáneo, sentando las bases de este ultimo entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, donde comienza una dinámica evolutiva de estilos que se suceden cronológicamente cada vez con mayor celeridad, que culminará en el siglo XX con una atomización de estilos y corrientes que conviven y se contraponen, se influyen y se enfrentan.
Surge el arte moderno como contraposición al arte académico, situándose el artista a la vanguardia de la evolución cultural de la humanidad. Volvamos arriba y releamos el inicio de este artículo.
El Arte universal es una noción abstracta, fruto del concepto del ser humano, de su obra y de la naturaleza. Depende de cómo ve la sociedad el mundo en su época, el mundo de cada época, las personas que viven esa época.
En ese sentido, es atemporal, porque el observador de la obra de arte la interpreta según su sistema de valores actual, revalorizándola cada vez. El observador de una obra de arte se convierte, así, en artista ( https://www.ecured.cu/Arte_universal).
En esa abstracción hay algo que considerar: cuando una obra esta viva o esta muerta. ¿Como probar tal cosa?¿Cuántos libros se han gestado y nunca han llegado a ver la luz?, ¿Cuántos cuadros se quedaron en bocetos? ¿Cuántas obras gozaron de popularidad en su época y hoy están muertas como quienes las crearon y quiénes las vivieron?
La clave es que la obra vea la luz y vibre hasta lograr intensidad propia, intensidad tan fuerte que su propio creador pierda el control sobre ella e inclusive se vuelva ajena a ella. Entonces se dirá que es arte por los siglos de los siglos…
