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LA IMPORTANCIA DE LA CORRECCIÓN DE ESTILO EN LA EDICIÓN DE TU LIBRO

Written by: Licda. Dacxilia S. Deras, Artista visual y escritora-colaboradora EN News

Una de las fases importantes y podría decir casi infaltable dentro del proceso editorial es la corrección de estilo. De ello depende la calidad del contenido de un libro y que sea atrayente y adecuadamente comprendido su mensaje.

Esta etapa del proceso editorial va junto a la del editor y antes de la maquetación y su corrección se centra en hacer valoraciones y/o eliminaciones de imprecisiones de vocabulario, aumentar la riqueza léxica y evitar algunos vicios en la expresión del autor del libro.

En otras palabras, el corrector de estilo es un profesional de la edición que hará todo lo posible y de una manera razonable un “pulido” del texto y trabajará para utilizar de la mejor manera los recursos del mismo.

El objetivo principal de la corrección de estilo es conseguir que la estructura, el vocabulario y la redacción del texto encajen perfectamente con el público al que va dirigido. En muchas ocasiones es una tarea titánica el hecho de mejorar el texto sin “tocar” el estilo del autor, es decir, respetando su expresividad y personalidad.

Considerando que la corrección de estilo es realmente una intervención lingüística que se realiza para conseguir que el lector entienda el texto, puede parecer simple y a la vez un poco ambiguo decir “que el lector lo entienda”, pero la complejidad empieza cuando se trata de delimitar exactamente qué es eso de que “un texto se entienda”.

Bien, comprender un texto depende de muchos factores, por ejemplo: Primero el propósito con el que ha sido escrito. No es lo mismo escribir un texto para un libro que será utilizado en educación para alumnos del bachillerato en materia de economía, que un texto escrito para fines publicitarios que incentiven la compra de un articulo o servicio.

El primero llevará un método didáctico en su forma de expresión. Segundo, el público al que vaya dirigido. Está claro que no tiene la misma capacidad de comprensión un niño de ocho o diez años que un adulto, ni es igual que el texto esté dirigido al público en general que a un público específico.

Tercero y algo muy importante a considerar es a tomar en cuenta es el medio en el que va a aparecer, no leemos igual un blog que una revista de investigación o un artículo periodístico, por ejemplo. Recordemos que esta corrección no aborda errores gramaticales, pues llegarán más tarde en la corrección ortotipográfica, sino que se consideran factores como los siguientes:

*Pleonasmos: expresión con términos redundantes. Por ejemplo: sube arriba.
*Aliteraciones: reiteración o repetición de sonidos, algo habitual en poesía, pero que resulta extraño en prosa.
*Fallos de concordancia: elementos de una oración que no coinciden en género y número cuando deberían hacerlo.

*Ambigüedades: términos o expresiones que no se entienden correctamente o que invitan a pensar algo diferente.
*Incorrecto uso de tiempos verbales (algo realmente muy frecuente).

*Uso de dichos, muletillas y arcaísmos. Hacen la lectura pesada y suenan a tópico.
*Uso de los pronombres personales (lo que es realmente tedioso leer cuando el autor usa demasiado la primera persona en textos cortos) Podríamos pasar horas hablando sobre estos aspectos y otros más encontrados con frecuencia. El corrector de estilo considero, realiza una verdadera “limpieza de lenguaje en un texto”.

Cuando un profesional de la corrección de estilo se enfrenta a un nuevo manuscrito, pueden surgir varias interrogantes como, por ejemplo, ¿qué aspectos hay que valorar?, ¿cómo se corrige sin perjudicar al original?, ¿quién soy yo para corregir a un escritor?, ¿hasta dónde exactamente tengo posibilidad de intervención?.

Es en verdad, una avalancha de dudas e incluso podría decir que aparece cierto temor, y no es para menos, enfrentarse a la corrección de estilo no es una tarea fácil como puede parecer a simple vista.

En la corrección de estilo necesitamos trabajar los textos desde una perspectiva muy crítica y analítica, tanto con lo que estamos leyendo como con nosotros mismos. Hay que determinar si los textos están bien escritos y si cumplen con su propósito, y en ese proceso debemos tener siempre claro que los correctores de estilo no somos los autores de los textos, sí enfatizo: “no somos los autores de los textos” y esa es la línea roja que no debemos traspasar.

Así también, debemos encontrar la razón por la que intervenimos, es decir, si no hay motivo, no debe hacerse.
Ahora bien, preguntan algunos si es obligatoria hacer una corrección de estilo a su libro, pues diré que no es obligación, sin embargo, es altamente recomendable.

Hoy en día con la auto publicación se suele encontrar con libros que no han sido sometidos a la corrección de estilo, por diversas razones, ya sea por cuestiones de ahorro en los costos de edición, por tener la idea o mito de que el profesional corrector de estilo es enemigo del autor, o simplemente porque se desconoce en que consiste esta etapa del proceso editorial y sus inigualables beneficios.

Sea cual sea la razón por la que no se le ha realizado una corrección de estilo a un libro, realmente se ha dejado de lado una maravillosa herramienta que hará que el libro o texto sea valorado desde otra perspectiva e incluso puede llegar a añadir profesionalismo al escritor como tal y ser visto desde otro lente.

Por último, y no menos importante menciono que en esta etapa de la edición, el corrector de estilo hace uso de la más grande herramienta la cual es la Prueba de Lectura, esta le dirá muchos secretos que se encuentran entre líneas escondidos y que solo el lector avanzado podrá discernir y acertar en las correcciones, pues resulta que no es lo mismo escribir como hablas, la palabra escrita debe sonar diferente de la palabra hablada.

Se lee confuso, sin embargo, haciendo una prueba de lectura determinamos donde están esos vacíos de vocabularios, repeticiones vanas y muchas otras cosas que a lo mejor en forma hablada pasan desapercibidas, pero al escribirlas en un texto pierden sentido y debe reestructurarse.

La corrección de estilo es realmente una epifanía en el proceso de la edición de tu libro, la que hará que al ver la luz publica sea mejor comprendido y aceptado, y te llevará a ti como escritor a otra categoría en las aguas de la literatura.

Algo que siempre sugiero a mis queridos amigos escritores es: “Lee, lee y relee de todo y así ampliarás tu vocabulario a la hora de escribir. No seas un escritor que tenga la idea, más no las palabras”.