Por: Juan Ramón Ardón

para EN News

Ayer concluyó la reunión en Ginebra Suiza entre el Canciller Ruso Serguéi Lavrov y el Secretario de Estados Unidos con relación a la tensión en Europa del Este, específicamente en Ucrania para abordar el teatro de guerra entre Rusia y la OTAN.

La reunión fue breve y se postergó el ultimátum a la invasión a Ucrania que todavía acaricia la diplomacia de las máximas superpotencias del planeta; Rusia puso fecha la otra semana para esperar la solicitud de Estados unidos, ya que Antony Blinken llegó con las manos vacías con relación a los compromisos firmados, en sentido que Ucrania, y ningún país de Europa del Este debe ingresar a la OTAN.

Así que todavía la moneda está del lado de la diplomacia y de no dar resultados se abrirá la puerta a la guerra; Dicha guerra afectaría todo el planeta desde el punto de vista militar y comercial, sobre todo que por acá pasa el oleoducto que abastece las energías a Europa y también Rusia,que es uno de los mayores productores de trigo en el mundo.

Así también se construye una autopista entre China y Europa, pasando por Kazajistán y Bielorrusia y llegar hasta Europa central, la cual pretende bajar la ruta de la seda hasta Italia; con esto la OTAN estaría frenando esta gran ruta comercial del nuevo orden mundial.

Esta guerra de teatro pretende subir el precio del trigo a nivel mundial, para encarecer la cadena alimenticia de muchos países del mundo.

Dicha guerra si enfrenta a las dos superpotencias sería de corta duración, pero de incalculables daños colaterales y podría trascender en un ataque global, para firmarse un Acta de rendición y dar paso a un nuevo orden mundial liderado por China, Rusia e Irán.

Juan Ramón Ardón