(EN NEWS)- El Juzgado Especializado de Instrucción “A” envió a juicio a 34 pandilleros del Barrio 18, facción Revolucionarios, acusados de ocho homicidios cometidos, entre 2014 y 2018, en los alrededores del mercado Tinetti y avenida Independencia, al oriente de San Salvador.

La Fiscalía General afirmó que los 28 procesados son cabecillas o líderes de la estructura denominada “Tinetti Locotes somos todos” que daban órdenes para cometer homicidios, extorsiones en perjuicio de los comerciantes y distribuidores de mercadería, así como otros ilícitos.

“Se les atribuye ocho homicidios en diferentes personas. La representación fiscal está de acuerdo con la resolución de la señora Jueza, pues había suficientes elementos de prueba para establecer la existencia de los ilícitos que se les están atribuyendo”, afirmó la fiscal del caso.

Dijo que entre las pruebas hay un testigo criteriado o imputado que se acogió a los beneficios penales con el fin de ayudar a la Fiscalía a esclarecer los hechos, además hay otros elementos de prueba que vienen a robustecer lo manifestado por el testigo.

También están detenidos aquellos designados a cometer los homicidios, que los realizan de diferentes formas con arma de fuego, arma blanca o asfixia por estrangulamiento.

En el proceso judicial consta que en uno de los casos, uno de los cabecillas ordenó asesinar a una persona porque la consideraban informante de las autoridades, pero dijo que no quería ver sangre, por lo que le dieron una fuerte paliza y finalmente le colocaron un lazo en el cuello hasta asfixiarlo.

Consta también, que los cabecillas de la pandilla Barrio18 sostuvieron una conferencia telefónica con líderes rivales para decidir iniciar una campaña de ataques para contrarrestar los mecanismos de represión de la Policía y el Ejército en sus comunidades.

Quedó establecido en el proceso judicial que el posteo en la zona de la Avenida Independencia no es simplemente ubicarse en un lugar para ver y detectar cualquier movimiento, también ordenaban a los vendedores de frutas que se suben a vender a los buses y microbuses; estos tienen la orden de reportarles todos los movimientos policiales.