(EN NEWS)—Ana Margarita Díaz Navas, representanta en Chalatenango, más de 30 años de tradición en venta del tradicional y delicioso chicle chalateco (pepitoria de pipián y cacahuate tostado); por años ha sido un medio de vida por la preferencia de turistas nacional, extranjeros y población local, que conocen su amplia trayectoria emprendedora.

Doña Ana le dio seguimiento a la visión de su amada hermana, Roxana Díaz Navas( de grata recordación), quien le antecedió en el manejo de este negocio conocido como chicle chalateco, que tuvo su boom durante los años setentas y ochentas en las afueras del ex cine Cayaguanca en la calle Morazán.

Doña Ana tiene actualmente 63 años de vida, de los cuales más de tres décadas ha dedicado a este emprendimiento de familia y recuerda con nostalgia la época de oro del chicle chalateco cuando prácticamente el negocio era rentable; hoy día sólo da para sobrevivir, dice.

Durante la época de los años 80, en plena guerra, el chicle chalateco no bajó la guardia en cuanto a ser un negocio rentable, ya que para muchas personas era imperdonable ingresar al ex cine Cayaguanca sin degustar de esta rica tradición, deleitable hasta para los visitantes del “Nidito Tibio del Jardín de Cuscatlán”.

Sin duda, el chicle de chalateco es muy famoso no sólo a nivel de Chalatenango, sino también en otro departamento del país; inclusive muchos compatriotas de la diáspora cuando viajaban llevaban en sus maletas este rico producto combinado entre pepitorias y cacahuate tostado en comal de barro.