(EN NEWS)- La última encuesta CID-Gallup señala que los resultados de los planes de seguridad implementados en la gestión del Presidente, Nayib Bukele, para combatir a las pandillas y otras estructuras criminales le han significado buenos resultados.

El Salvador se posiciona como el mejor evaluado de entre 12 países de América Latina, superando a naciones como Costa Rica, México y Colombia.

Un estudio de consulta ciudadana desarrollada en mayo de este año por la firma CID-Gallup reflejó que la mayor parte de la población, además de aprobar las medidas de seguridad, respondió que no había sido víctima de la delincuencia en los últimos cuatro meses.

La compañía encuestadora preguntó a 1,200 ciudadanos de cada país mencionado, si habían sido víctimas de robos o asaltos en los últimos cuatro meses de este año.

En el caso de El Salvador, el 90 % de los consultados respondieron que no, esto lo posiciona como referente internacional situándose en el último lugar de entre 12 naciones que reflejaron alarmantes índices de raterismo y superando a México y Colombia.

El Presidente Bukele reaccionó a estos resultados, y desde sus redes sociales expresó: “Después de ser el país más peligroso del mundo… Estamos en camino a ser el país más seguro de América Latina. Y seguimos…”.

Otros datos que reflejó el estudio es que, la vecina Guatemala, por ejemplo, se ubicó en el primer lugar de países con un grave problema de inseguridad derivada del raterismo, pues el 53 % de los ciudadanos consultados expresaron que sí fueron víctimas de asalto en el período antes citado.

En ese mismo orden le siguen Nicaragua con un 45 %; Ecuador con 43 %; Perú 34 %; México y Colombia 32 %; Venezuela 30 %; República Dominicana 25 %; Honduras 22 %; Panamá 14 %; Costa Rica 12 %; y finalmente, El Salvador con apenas un 10 % de ciudadanos afectados por la delincuencia.

El Salvador implementa fuertes medidas de seguridad avaladas por la Constitución, como es el Régimen de Excepción que luego de cuatro meses ha permitido encarcelar a más de 47,000 pandilleros que eran los que causaban zozobra e inseguridad en barrios y colonias y que ahora podrían pasar, por lo menos, 20 años en prisión solo por el hecho de ser mareros.