Fotoreportaje , Wilfredo Díaz-Editorial-UES para EN News

Las abejas sin aguijón son conocidas como Meliponas o Chumelo, viven en pequeños grupos, sus colmenas las hacen en paredes, troncos de árboles, cajas, botellas plásticas, es decir hacen sus nidos donde ellas quieren.

La crianza de ellas, se remonta en los años dos mil en la civilización Maya. Su vida es corta, son sociales, no pican pero si muerden, son menos agresivas que las otras especies, son pequeñas y pocas habitan en El Salvador.

Este tipo de abeja, se encuentra en casi todos los continentes, menos en la Antártida. Se cree, que hay unas 350 a 500 especies sin aguijón aproximadamente. Son nativas de las regiones tropicales como nuestro país. No pican, por falta de aguijón, pero si tienen un mecanismo de defensa como morder y expulsar sustancias irritantes a los ojos. Ellas como las otras abejas, juegan un papel importante ecológico en la tierra.

“Iniciar una investigación de especies menores como las abejas con y sin aguijón, conejos, tilapia y la creación de un manual sobre el manejo y cuido de ellos, no es nada fácil, requiere siempre de un presupuesto. Son temas de mucha importancia para el país.”

“Tengo un año de estar trabajando en esta investigación, ya lo tengo casi concluido para graduarme. Buscaré financiamiento para imprimirlo y lo compartiré con estudiantes, docentes y agricultores, que se dedican a este rubro de la cría de estos animales, afirma Ariel Aguirre, egresado de la carrera de Ingeniería Agronómica de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador.

“Este día, tengo que dar un avance a mis tutores y docente, Carlos Ruano de la UES y Luis Mario Ramírez, de la Escuela Nacional de Agricultura ENA”, agrega Ariel Aguirre.

Dice sentirse seguro, alegre, nervioso y entusiasmado por la investigación que está realizando. Ha producido cuatro manuales técnicos, académicos y profesionales del manejo de Especies Menores, lo inició como su servicio social y con fondos propios. Es un material didáctico, académico.

Llegó el día importante para Aguirre, exponer su avance de investigación, “Implementación de un Meliponario en la ENA.” En el lugar, estaban sus dos asesores y docentes, amistades y lo más importante su mamá, Ruth Aguirre de Fuentes, quien estaba sorprendida y orgullosa de ver a su hijo defender el tema.

Lo veo nervioso, todos están a la expectativa de lo que podría pasar, de esa ponencia depende su futura graduación.

“Buenos días a los ingenieros, que me están asesorando en esta investigación de Especies Menores, Abeja sin Aguijón, conocida como chumelo, a mi madre y amigos, presente en este avance de mi defensa de trabajo de graduación. Les contare, paso a paso el desarrollo de este tema, no ha sido nada fácil. He realizado muchas actividades, para aprender sobre la existencia de ella.”

“Este proyecto de hacer un Meliponario o caja con techo, para que se resguarden las abejas, surge a raíz de la creación de cuatro manuales de especies menores que hice y cuando los finalice, descubrí que existen abejas sin Aguijón.

Me llamó la atención y comencé a investigar sobre este rubro lo cual no se aprovecha este recurso en el país. Ahora, tengo la oportunidad de compartir y dar a conocer sobre este diminuto insecto, que cumple un rol importante en el medio ambiente”, afirma Aguirre.

Finalizada la ponencia, hacen un descanso, para escuchar las observaciones de sus asesores. Los invitados y el ponente estaban nerviosos, venía la parte más difícil, escuchar con atención los puntos de vista de cada tutor y hacer las correcciones.

“Este tema es nuevo e importante, debes de investigarlo más. Algunos productores creen que es un antibiótico natural y sirve para las personas que tienen problemas en sus ojos”, dice.

Con estos datos, se debe hacer una guía técnica y agregar su tamaño, color, género, comportamiento, tipo de piquera o tachinol donde viven, porque muerde y no pica, su nombre común, si tienen plaga o enfermedades, su tipo de polinización, tamaño, para que pueden servir, si la miel que producen es comestible o solo sirve para medicina de los ojos, el sabor de la miel, entre otros.

“El comportamiento de ellas es interesante, inician a trabajar a las siete de la mañana aproximadamente, por la temperatura y el sol. Primero sale la exploradora, hace un rastreo de la zona a unos 800 metros a la redonda, cuando encuentra una fuente de alimento, regresa al panal con una muestra de néctar que encontró. En el camino va dejando muestras de polen para que no le cueste regresar donde encontró su alimentación, ese néctar tiene humedad, es decir agua y azúcar.”, agrega.

“Llega a su piquera, coloca su néctar en sus depósitos y comienza su proceso de transformación enzimática, para sacar fructosa y glucosa. Dependiendo del tipo de trabajo que realice, así será su proceso de vida. La obrera vive de 40 a 60 días y la reina 5 años aproximadamente”, asegura el ingeniero y docente Carlos Ruano, del departamento de zootecnia de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES, especialista en manejo de especies menores.

Se cree, que hay unas 350 o 500 especies de abejas sin aguijón en todo el mundo y en el país unas 22 a 25, aproximadamente. Recolectan néctar y polen, sus vuelos son cortos en busca de alimento, construyen piqueras horizontales. Guardan y modifican químicamente néctares florales, que dan como resultado la producción de miel.

Su aroma es distinto, su textura es más fluida y su cristalización es lenta. Se cree, que tiene mayor capacidad medicinal, porque cultiva bacterias, pero su forma de producción es lenta porque no hay muchas de ellas.

Fue una presentación muy interesante, se requería estar concentrado, los docentes estaban atentos a lo que Ariel decía. Después de finalizar su exposición, el docente e ingeniero de la ENA, Luis Mario Ramírez, pide su palabra y agradeció el esfuerzo, tiempo y empeño, que Ariel, le dedico al desarrollo del tema, le recalcó que cuando lo termine, tendrá que hacer un manual de la biología y manejo de la abeja sin aguijón, por que es un tema importante a investigar y darlo a conocer a futuros profesionales en las ciencias agronómicas de El Salvador.

“Cuando somos estudiantes universitarios, pasamos muchas limitantes de todo tipo, pero hay algo muy importante, nuestros padres siempre están ahí para apoyarnos. Nunca me dejaron solo, son los mejores asesores que he tenido con mis proyectos académicos”, concluye, Ariel Aguirre, estudiante egresado de la carrera de Ingeniería Agronómica de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador.

Fotoperiodista: Wilfredo Díaz