(EN NEWS)- El Juzgado Especializado de Instrucción A1, de San Salvador, giró una nueva orden de captura para el expresidente  Mauricio Funes, por los delitos de agrupaciones ilícitas e incumplimiento de deberes, por el caso tregua con pandillas.

El problema es que el expresidente Funes reside en Nicaragua desde 2016, donde obtuvo la ciudadanía de ese país. Él tiene al menos seis órdenes de capturas por otros casos, pero estas órdenes no su pueden ejecutar, solo que salga de territorio nicaragüense o que se procesa por medio de Interpol que ha señalado que es un caso político en donde la policía internacional no participa.

La jueza sostuvo que Funes ha estado ausente en todo el proceso, desde el inicio, manteniendo la calidad de reo rebelde, por ello, pero no ha informado a la prensa que trámites está haciendo la Corte Suprema de Justicia salvadoreña para que la orden de captura pueda ser ejecutada.

“El imputado evade a la justicia salvadoreña y (también evade) responder por los delitos acusados, sin tener ningún arraigo en este país”, dijo la jueza en su resolución.

La audiencia fue desarrollada a puerta cerrada, aunque el caso no tiene reserva. A petición de los fiscales del caso, la jueza no permitió el ingreso de periodistas para escuchar los argumentos de la audiencia preliminar, contra el exmandatario salvadoreño, quien dirigió el país entre 2009 y 2014.

Al terminar la audiencia, el defensor público asignado a Funes evitó dar declaraciones a los periodistas argumentando que “tenía otra audiencia”.

A través de la unidad de prensa, los fiscales del caso notificaron que tampoco hablarían con periodistas, sino que la postura de la institución será publicada en redes sociales.