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López Obrador celebra la llegada de la familia de Castillo a México

(EN NEWS)- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró este jueves la llegada de la familia del expresidente peruano Pedro Castillo: “Son bienvenidos a México y aquí los vamos a cuidar y los vamos a proteger”, enfatizó.

La llegada a México de la esposa de Castillo, Lilia Paredes, y sus dos hijos, Arnold y Alondra, fue confirmada horas antes por el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard. “Nuestro país ha honrado su tradición de asilo”, destacó.

 

 

En ese sentido López Obrador recalcó en su comparecencia matutina de cada día, en esta ocasión desde Quintana Roo, que han hecho valer su derecho como país de otorgar asilo político y que “lo demás es un asunto de Perú”.

López Obrador valoró que la detención de Castillo fue “un golpe del conservadurismo y de los mandamás de Perú”, que al igual que en México y en otros pías “son clasistas, racistas, y muy corruptos” y solo aspiran al control de “los intereses económicos” de sus países.

México es uno de los países de la región que más se ha pronunciado al respecto de lo que está ocurriendo en Perú desde que hace un par de semanas, el expresidente Castillo intentara sin éxito disolver el Congreso y convocar elecciones. Después de ver lo fallida de su maniobra, trató de refugiarse en la Embajada mexicana en Lima, sin embargo fue interceptado y apresado por su propio equipo de seguridad.

 

 

En respuesta el nuevo Gobierno peruano reprochó la “injerencia” que México estaría cometiendo con sus reacciones a lo que sucede dentro de sus fronteras, llegando incluso a pedir a López Obrador que pare de referirse sobre el asunto.

AMLO da biemvenida a familia de Castillo.

A pesar de que las autoridades peruanas informaron a las mexicanas de que Paredes está siendo investigada por organización criminal, no podrá ser extraditada mientras continúe estando en vigor el asilo político otorgado por López Obrador.

Presidenta de Perú nombra nuevos ministros y busca salir de crisis tras protestas

Mientras en Perú, Dina Boluarte, renovó ayers parte de su gabinete, mientras intenta salir de una crisis tras la destitución de su antecesor de izquierda, que también ha generado un roce diplomático con México.

 

Como presidente del Consejo de Ministros (llamado en Perú primer ministro) asumió el abogado Alberto Otárola en lugar de Pedro Angulo. Se trata del segundo jefe de gabinete en dos semanas de gestión de Boluarte y el séptimo en año y medio.

Otárola se desempeñaba hasta ahora como titular de Defensa y fue una de las cabezas visibles del gobierno para afrontar con mano dura la crisis y protestas generada tras el autogolpe de Estado fallido y posterior destitución de Pedro Castillo.

 

 

Bajo la gestión de Otárola al frente de Defensa -cuyo nuevo ministro es el militar en retiro Jorge Chávez- se declaró un estado de emergencia en Perú, que permitió a las Fuerzas Armadas intervenir en el control de las protestas que respaldaban a Castillo.

El 7 de diciembre, Castillo, un profesor rural de origen humilde, intentó cerrar el Congreso, pero no tuvo respaldo institucional y fue detenido bajo cargos de rebelión. Asumió la presidencia su vice, Boluarte.

Los partidarios de Castillo, sobre todo en poblaciones andinas, desataron protestas que fueron contenidas por las fuerzas de seguridad, con un saldo de 22 fallecidos hasta la fecha, según un último reporte de la Defensoría del Pueblo de este miércoles.

 

 

Los manifestantes pedían la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y el adelanto de elecciones. En un intento de mitigar la crisis, el Parlamento aprobó el martes avanzar los comicios generales de 2026 para abril de 2024.

Tensiones con México

“La confrontación y polarización le hicieron mucho daño al país, necesitamos voltear esta página para dedicarnos a trabajar”, dijo la presidenta este miércoles, durante una ceremonia policial.

En medio de la crisis, México, que respalda a Castillo y lo considera una víctima de los poderes políticos y económicos peruanos, recibió este miércoles como asilados a la esposa y los dos hijos del exmandatario peruano.

Presidenta de Perú.

Perú les concedió el permiso de salida (salvoconducto), argumentando que se acogía a normas diplomáticas internacionales.

Para el gobierno de Boluarte, los comentarios del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la situación peruana constituyen una injerencia en los asuntos internos, por lo que pidió el martes al embajador mexicano en Lima abandonar el país.

Este miércoles, AMLO descartó que, de su lado, vayan a romper relaciones con Perú.

 

 

La cancillería peruana resaltó que en su país “no existe persecución política”, y recordó que la esposa de Castillo, Lilia Paredes, es investigada por la fiscalía por presunta corrupción en un caso que involucra a su esposo.

Además de México, los gobiernos de Argentina, Bolivia y Colombia también habían mostrado su respaldo a Castillo. Ello llevó al Perú a llamar a consulta a sus embajadores en esos cuatro países.

“Que cese la violencia”

El ministro Otárola, con experiencia política, se desempeñó también como abogado de Boluarte cuando ella era vicepresidenta y enfrentaba una investigación en el Parlamento por una presunta infracción a la constitución, de la que salió librada.

 

Las manifestaciones tras el arresto de Castillo sacudieron el país, con bloqueos de carreteras e interrupciones de varios aeropuertos. Miles de turistas estuvieron varados y la famosa ciudadela inca Machu Picchu estuvo cerrada. Sin embargo, este atractivo turístico ya recibe nuevamente visitantes.

“Felizmente que se ha restablecido el transporte en los aeropuertos y en las principales vías. Algunas todavía permanecen tomadas y la invocación a la población es que cesen con esta actitud de violencia extrema que felizmente a menguado”, dijo el miércoles Otárola, en conferencia de prensa.

En el sur del país, bastión electoral de Castillo y donde las manifestaciones que lo respaldan han sido más intensas, la fecha de adelanto de elecciones no los dejó contentos.

 

“No estoy de acuerdo (con 2024), se debía hacer las elecciones en 2023, en abril”, aseguró a la AFP Senayda Rivas, una agente turística de 40 años, en Cusco, capital turística del país.

“Yo quiero que el Congreso y todos se vayan y que entre gente nueva” al Parlamento y la Presidencia, agrega.

“No estoy conforme, es demasiado largo el 2024, debería ser más adelantado”, alegó Toribio Bolaños, artista plástico de 66 años. “Se tiene que cerrar el Congreso, no sé qué esperan. ¿Cuántos muertos más quieren?”, sostuvo.