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Honduras captura a pareja de pandilleros salvadoreños de la MS-13

(EN NEWS)- Una pareja de pandilleros salvadoreños de la Mara Salvatrucua (MS-13), identificados como Julio César Pineda y Lilian Lizeth Bonilla fue capturada en el departamento de Choluteca, de Honduras, según informó la Dirección Policial Anti Maras y Padillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco).

Según las investigaciones de la policía, la pareja de criminales buscaba organizar y expandir sus estructuras delictivas de la MS-13 en diferentes poblados de los departamentos de Choluteca y Valle.

 

 

Dipampco señaló que a través de información compartida con la policía de El Salvador lograron identificar que ambos pandilleros son fugitivos de la justicia salvadoreña, y reportaron que César Pineda tiene una orden de captura por cargos de extorsión y agrupaciones ilícitas, mientras que su pareja es acusada de pertenecer y participar en diferentes hechos criminales de la MS.

Las autoridades hondureñas registran hasta la fecha más de 15 miembros de organizaciones criminales que han sido detenidos y puestos a disposición de las autoridades salvadoreñas.

 

 

El 27 de diciembre, Ocho elementos del Ejército de Guatemala que están apostados afuera de las viejas instalaciones de la aduana Agua Caliente, que en tiempos del expresidente Otto Pérez cambió de sede y la unificó con una de Honduras.

La instalación están metros abajo, en tierras del municipio de Santa Fe, departamento de Ocotepeque, Honduras. Los soldados, cubiertos del rostro por el frío de la madrugada, portan un fusil y un escudo antimotines.

 

 

Aseguran que por ahora han estado en prevención de la migración irregular y algunas caravanas que han avanzado hacia territorio nacional, pero les han advertido de que podrían llegar pandilleros perseguidos en el país vecino, luego de que la presidentaXiomara Castro, emuló una lucha antipandillas parecida a la de Nayib Bukele.

Los soldados son parte de un contingente de 500 elementos que el Ejército guatemalteco destinó a cuidar las fronteras con Honduras y El Salvador, debido a los estados de excepción que impusieron aquellas naciones, confirmó el portavoz castrense, Rubén Téllez.

 

 

“Reforzamos la presencia en los puestos fronterizos con El Salvador y Honduras, porque los mandatarios vecinos les declararon la guerra a las pandillas”, agrega.

Mientras esperan ser relevados, camino abajo, se observa a un grupo de personas con mochilas al hombro. Son hombres y mujeres con niños en los brazos que caminan hacia Guatemala, hacia el municipio de Esquipulas, que en los últimos meses se ha convertido en el cobijo temporal de algunos migrantes de África, Asia y Sudamérica.

 

 

Apresuran el paso ante la presencia de un autopatrulla de la Policía Nacional Civil (PNC) que se estaciona cerca de la subestación que está en ese puesto fronterizo, en una loma frente al antiguo edificio aduanal.

Una talanquera está por abrirse para dejar pasar a una decena de vehículos, entre tráileres, camiones y sedanes. Las motocicletas avanzan sin problema. El día es gris y una leve llovizna hace usar suéteres a los que están en el lugar.

 

 

“Al gato y al ratón”

Cada uno con distinto rostro es recibido por otras personas que les suben en vehículos para trasladarlos y evitar ser interceptados en puestos de registro policiales que han destinado en la ruta CA-10.

Algunos les llaman “coyotes”, otros “jaladores”. Todo ocurre con una tensa calma porque kilómetros más adelante se toparán con dos puestos fijos de registro y control migratorio. El primero en Esquipulas y el otro en la aldea Vado Hondo, Chiquimula.

 

 

Esto se ha convertido en un juego de “gato y ratón”, dicen algunos policías en aquellas rutas, porque ellos retornan a los migrantes que ingresan en forma irregular, pero horas o días más tarde vuelven a intentar ingresar de nuevo.

De acuerdo con el ministro de Gobernación, Napoleón Barrientos, esto es parte del plan 38-2022, “Seguridad Interinstitucional en Fronteras del Triángulo Norte”, que ahora incluye a Honduras, luego de que la presidenta Castro impuso el estado de Excepción para combatir a las pandillas.

 

 

“En las últimas semanas hemos logrado capturar a peligrosos mareros salvatruchas vinculados con clicas de El Salvador y Honduras. El objetivo es evitar que ingresen a Guatemala y causen problemas de seguridad”, expresa Barrientos.