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MUJER SIN CADENAS

Por Graciela Mora Ramírez
desde Ecuador para EN News

El final del cuento de la Bella Durmiente es un beso de amor verdadero, allí despierta para vivir su felicidad perpetua, con su príncipe. Que lejano esta todo esto de la realidad actual de las mujeres, y bueno hoy 8 de marzo, ¿Qué callamos las mujeres?

1. Miradas ofensivas, palabras hirientes, golpes, abuso sexual, atentado a nuestro cuerpo, minimización en el trabajo, salarios pésimos.
2. ¿Será justo que el hombre siga creyendo que salimos de su costilla?, No, señores eso no es así, ni tampoco ustedes son Dios ni nosotras Lucifer, o ustedes el bien y nosotras el mal. Varias veces se ha dicho que las mujeres son el sexo débil por lo que deben estar subordinadas a los hombres…

Ecuador tiene una población femenina cerca de los 9 millones de habitantes, “al menos 48 mujeres reportaron antecedentes de violencia y 9 tenían boletas de auxilio, es decir, 57 femicidios pudieron prevenirse si se hubiera activado un sistema de protección integral por el Estado. 14 mujeres estaban embarazadas, 4 de cada 10 víctimas eran madres.

Por lo menos 245 hijos quedaron en situación de orfandad”. Así lo registra la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (ALDEA). Con ello queda claro que el 2022 fue el año más violento para las mujeres.

Recordemos que la mujer no es solo una matriz, un ovario, un momento de placer, es un ser humano que siente y que se quiebra de dolor, pero también se levanta con sus capacidades, sueños, esperanzas y dones maternales, para traer en este caso a un niño a la vida, aquel que en poco tiempo será un hombre sin ningún derecho a levantarle la mano a una mujer o llegar a matarla.

Es momento de entender sin vacilar que nos tenemos unas a otras, que debemos luchar sin pausa para eliminar esas energías tóxicas que se crean en ambientes familiares y de la sociedad en su conjunto.

Nuestro esfuerzo debe estar concentrado en construir espacios igualitarios bajo la recompensa de dejar una huella para las nuevas generaciones, qué importante es no autoaislarnos, deprimirnos, no podemos dejar de batallar por el derecho a vivir sin agresiones, sino qué suerte les espera a las más jóvenes y en qué sentido hay que orientarlas.

Por todo lo antes dicho este 8 de marzo hagamos una gran pausa para ajustar nuestras acciones, extendernos la mano como amigas, como hermanas, ajustemos nuestro estilo de vida porque no puede haber callejones sin salida para nosotras.

Periodista Graciela Mora Ramírez