Fuente: Agencias

De interés nacional

(EN NEWS) – Las aguas mieles del café que caen en el río Lempa acaban con el oxígeno del agua y matan todos los peces por la contaminación, señalan campesinos que se abastece del río para sus cultivos en Ocotepeque, Honduras.

“Hemos observado como por los filtros de riego por goteo en los cultivos salen gusanos por los restos orgánicos y la pulpa de café, por lo que es necesario estar lavando los filtros cada 10 minutos o porque se atascan con los restos de pulpa descompuesta”, señala un agricultor de la zona.

La pesadilla de las aguas mieles que afecta cada año a los pequeños agricultores son generadas por las despulpadoras del grano así como sus aguas lixiviadas que descargan los beneficios de café sin un proceso adecuado indican os afectados.

Los campesinos señalan que han venido insistiendo en una solución compartida entre cafetaleros, pequeños agricultores, autoridades municipales y nacionales, a fin de encontrar soluciones que les permitan a todos desarrollar sus actividades económicas.

“Nosotros no estamos en contra de los productores de café -estamos buscando soluciones- queremos terminar con los problemas. Yo siempre he dicho -por poner un ejemplo- que las corporaciones municipales busquen acuerdos con los productores de café para no tirar esa agua así”, afirmó.

Los afectados señalan que el problema es que están afectando a un 60% de la población que está en la zona baja y el 40% de la otra población está en la zona alta, pero son más los que están abajo quienes resultan afectados con las aguas mieles de café, señalan.

La Mancomunidad Trinacional Fronteriza Río Lempa, realizó una investigación el pasado mes de febrero y presentó un Informe de Inspección Afluentes del Río Lempa por Contaminación de Aguas Mieles, el que da cuenta que este cuerpo de agua enfrenta un “grave problema de contaminación de aguas mieles”, que coincide con los testimonios de habitantes de las comunidades de Santa Anita, del municipio de Concepción, Ocotepeque, Honduras y el municipio de Esquipulas, en Guatemala.

Sobre las “aguas mieles” y la contaminación del río Lempa, el estudio indica que proviene de los beneficios de café que se encuentran en municipios de Dolores, Merendón, Santa Fe y Concepción en Honduras. Así como de los municipios de Olopa y Esquipulas en Guatemala.

Durante la inspección visual que realizaron los miembros de la Mancomunidad Trinacional (MTFRL) constataron la presencia de materia orgánica de la pulpa del café, espuma amarillenta y mal olor, en la quebrada Los Espinos (Esquipulas) que desemboca en el río Lempa.

En la comunidad Santa Anita (Honduras), la inspección constató la descarga directa de aguas mieles al río, un afluente del Lempa, por pequeños beneficios de café que lavan la pulpa en el río lo que genera espuma en la superficie del río, con presencia de gusanos que se alimentan de esa materia orgánica fermentada y presencia de una coloración negra que afecta directamente la potabilidad del agua y la vida acuática.

Los campesinos aseguran que estos factores están destruyendo la flora y fauna del río Lempa, la calidad del agua del río y, por lo tanto, afecta la vida de los salvadoreños, guatemaltecos y hondureños porque comparten las aguas, por lo que se debe buscar soluciones conjuntas, indicaron.

Los afectados sugieren que para abordar la problemática del río Lempa, por la descarga sin tratamiento de las aguas mieles, es necesario implementar medidas de prevención y control desde las autoridades locales que pueden iniciar con un “control” de los beneficios de café que se encuentren en zonas cercanas al río Lempa y cerciorarse que cuenten con sistema de tratamiento de aguas residuales adecuados como: trampas de sólidos y líquidos, tanques de sedimentación, filtros y procesos de oxidación avanzados a fin de eliminar los contaminante que dejan las aguas residuales.

El río Lempa tiene una extensión de 17 mil 926 kilómetros cuadrados, de los cuales El Salvador tiene 9,877 km2 (55.1% cuenca), Honduras 5, 485km2 (30.6% cuenca) y 2 mil 564 km2 (14.3%) en Guatemala, territorio de nacimiento en el municipio de Olopa, y realiza un recorrido de 422 kilómetros hasta desembocar al océano Pacífico en territorio salvadoreño.