(EN News) – El vehÃculo autónomo, anunciado como la próxima revolución tecnológica, se hace esperar ante la cautela de fabricantes y proveedores de equipos para avanzar en este camino costoso y complejo.
«Hace cinco años, pensábamos que en 2025 tendrÃamos una autonomÃa bastante importante en muchos vehÃculos. No es el caso», señaló Christophe Aufrère, director técnico del proveedor de equipos francés Forvia.
Los motivos son múltiples: una capacidad financiera reducida por la crisis del Covid-19, la prioridad inversora en la electrificación y la complejidad de estos sistemas, cuyo objetivo final es elaborar un vehÃculo capaz de circular sin intervención humana en todas las condiciones. Ahora «decimos más bien que esto llegará de ahora a 2030», explica Aufrère a la AFP.
En Múnich (Alemania), que acoge hasta el fin de semana el salón del automóvil IAA, se realiza una encuesta entre el público: «¿UtilizarÃa un taxi autónomo entre la estación central y el Oktoberfest?». El voto, realizado con bolas de colores, otorga una amplia mayorÃa al sÃ. Pero difÃcilmente el público encontrará uno de estos vehÃculos futuristas entre los modelos expuestos.
Autónomo, pero no tanto
El fabricante alemán Mercedes propone uno de los raros modelos homologados para una conducción autónoma de nivel 3 según la normativa internacional vigente.
Este nivel autoriza al usuario a confiar la conducción al vehÃculo, dotado de múltiples sensores, radares y cámaras, en situaciones muy concretas: en una autopista a menos de 60 km/h, por ejemplo, en un atasco.
Además, el conductor debe estar disponible para retomar los mandos del vehÃculo si el ordenador lo reclama. Este sistema está disponible de forma opcional en el modelo de lujo Clase S, con un precio de seis cifras.
China y Estados Unidos van por delante de Europa
En San Francisco, los vehÃculos de Waymo, filial de Alphabet (la matriz de Google), y de Cruise, de General Motors, llegan al nivel 4 de autonomÃa: pueden circular sin intervención humana pero solo en ciertas condiciones y en un perÃmetro delimitado, como un centro urbano.
En China, el gigante local de internet Baidu y la empresa emergente Pony.ai obtuvieron en noviembre de 2021 la autorización para hacer circular taxis autónomos.
El motivo de este despliegue desigual «no es la regulación, ni tampoco la tecnologÃa, sino el capital», más fácil de recaudar en Estados Unidos que en Europa, considera Christophe Périllat, director general del proveedor de equipos francés Valeo.
Fuente: AFP