Por: Francisco Sura e Idalia Mejía

(EN News) —El mes de noviembre es un período muy significativo para muchas familias en todo el mundo, ya que marca la conmemoración de un día muy especial: el Día de los Fieles Difuntos. Este día, anclado en la tradición y la cultura de numerosas comunidades, se celebra con gran devoción, brindando la oportunidad de honrar y recordar a los seres queridos que ya han partido.

En Santa Ana, un hermoso rincón de El Salvador, esta fecha cobra un significado especial. Uno de los lugares más emblemáticos para esta conmemoración es el cementerio Santa Isabel, donde las familias se reúnieron hoy para visitar las tumbas de sus seres queridos, ahí yace el
mausoleo histórico de un hombre legendario de historia salvadoreña: el General Tomás Herculano de Jesús Regalado Romero, conocido como
Tomás Regalado, de origen santaneco.

Militar y político salvadoreño, el general Tomás Regalado fue presidente de El Salvador entre 1898 y 1903. Tras derrocar en un golpe de Estado al presidente Rafael Antonio Gutiérrez, Tomás Regalado llegó al poder en noviembre de 1898, después de un período de caos político y declive económico.

El General Tomás Regalado se encuentra localizado en el cementerio Santa Isabel de Santa Ana y a pesar de ser una arquitectura centenaria se mantiene con una belleza  impresionante destacando sus piezas de bronce y mármol.