(EN News) —Don Agustín Marroquín, un agricultor del cantón El Coco en Santa Ana, es uno de los más de 500 beneficiarios de AGRO-INNOVA. Este proyecto, ejecutado en colaboración con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y su Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), con el respaldo financiero de la Unión Europea, ha marcado un cambio significativo en la forma en que se practica la agricultura en la región.

La iniciativa ha llevado a agricultores como don Agustín a pasar de cultivar granos básicos a producir una amplia variedad de frutas y hortalizas, desde plátanos y piñas hasta limones, tomates, yucas y muchas más. Esto ha sido posible gracias a las parcelas demostrativas del Proyecto Sistemas Agroforestales Adaptados al Corredor Seco Centroamericano.

Los sistemas agroforestales multiestratos (SAFM) implementados han demostrado ser un enfoque exitoso para diversificar la producción y aumentar la rentabilidad. Además, la introducción de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y medidas de resiliencia, como reservorios de captación de agua de lluvia, ha fortalecido la sostenibilidad de las prácticas agrícolas.

La familia de don Agustín ha experimentado directamente los beneficios de estos cambios, no solo en términos de una mayor diversificación de cultivos, sino también en la comprensión de que la agricultura puede ser una actividad rentable y sostenible.

El Ministro de Agricultura y Ganadería, Óscar Guardado, el representante del IICA en El Salvador, Erick Quirós, y otros líderes del proyecto destacaron los logros de AGRO-INNOVA. El trabajo conjunto de las instituciones gubernamentales y los cooperantes internacionales ha sido clave para impulsar la agricultura, garantizando la seguridad alimentaria y contribuyendo al desarrollo del país.

En palabras del representante del IICA, Erick Quirós, se ha destacado el papel crucial de los técnicos y la receptividad de los pequeños productores para adoptar formas de cultivo más diversificadas, resilientes y sostenibles.

La directora ejecutiva del CENTA, Odette Varela, expresó su agradecimiento a la Unión Europea por su apoyo continuo, subrayando el compromiso de proporcionar asistencia técnica y promover buenas prácticas para lograr la sostenibilidad alimentaria del país.

AGRO-INNOVA no solo está transformando la forma en que se practica la agricultura, sino que también está mejorando la resiliencia climática y la seguridad alimentaria de los hogares vulnerables en América Central. Más de 500 productores han sido capacitados en tecnologías de mitigación y adaptación al cambio climático, y se han establecido 15 parcelas bajo el modelo SAFM en diversas localidades.

En palabras del gerente del proyecto AGRO-INNOVA, Pedro Avendaño, “el proyecto busca mayor productividad que garantice la seguridad alimentaria, y esto lo podemos realizar a través de la aplicación de nuevos conocimientos y con nuevas formas de producir, porque son los pequeños cambios los que hacen una gran diferencia”. AGRO-INNOVA está allanando el camino hacia una agricultura más resiliente, diversificada y rentable en El Salvador.