Cargando ahora

DOMINGOS DE POESÍA. AUTORES

Henri Michaux fue un polifacético artista nacido en Bélgica, activo en los campos de la poesía, la prosa y la pintura que escribía en lengua francesa. Más adelante en su vida logró la nacionalidad francesa.

Se relacionó con el tachismo, que viene a ser el equivalente europeo al expresionismo abstracto, y al Informalismo (Art informel), en el que cada artista deja toda la libertad a lo imprevisto de las materias.

Disfrutaremos de dos de sus poemas y cerraremos con un tercer poema de mi autoría, que podréis leer también desde esta misma web.

Para mostrar vuestro apoyo, en nuestras cuentas de Instagram @ennews.sv @mireyaguzmanburgos y Facebook.

✔Por Mirelha
@mireyaguzmanburgos

Poema 1

VISIÓN

De golpe, el agua enjabonada donde ella se lavaba las manos se transformó en vidrios cortantes, en duras agujas, y la sangre, como es su costumbre, salió dejando a la mujer arreglárselas.
Poco después, como es corriente en este siglo obsesionado con la limpieza, llegó un hombre, él también con la intención de lavarse, se arremangó bien alto, se untó el brazo con agua espumosa (ahora sí era espuma) pausada, atentamente, mas insatisfecho, lo rompió con un golpe seco contra el borde del lavamanos, y se puso a lavar otro más largo que le creció enseguida, como sustituto del primero; era un brazo suavizado por un vello más poblado y sedoso, pero al tenerlo bien enjabonado, casi con amor, de pronto dirigiéndole una mirada dura, de pronto insatisfecho, lo rompió,  “¡kha!”, y asimismo rompió otro que le creció en su lugar, y luego el siguiente, y luego otro más, y luego otro más (nunca estaba satisfecho), y así hasta diecisiete, ¡pues yo, en mi espanto, contaba! Después desapareció con un decimoctavo que prefirió no lavar y utilizar tal cual para las necesidades del día.

Poema2
Nosotros

En nuestra vida, nada fue recto
Recto para nosotros
En nuestra vida, nada se consumó hasta el fondo
Hasta el fondo como para nosotros

Pero tomar el vacío entre mis manos
Cazar la liebre, cazar al oso
Golpear valientemente al oso
Ser despojado de todo, haciendo transpirar nuestro propio corazón
Arrojado al desierto, obligado a reunir su ganado,
un hueso por aquí, un diente por allá, a lo lejos un cuerno
Eso es para nosotros

Y decir que las siete vacas gordas nacen en este momento
Nacen, pero nosotros no las ordeñaremos
Los cuatro caballos alados acaban de nacer
Han nacido, sólo sueñan con volar
Nos da pena retenerlos. Llegarán casi hasta las estrellas esos animales
Pero no nos transportarán a nosotros
Para nosotros los caminos de topo, de alacrán
Además, hemos llegado a las puertas de la Ciudad,
De la ciudad-importante
Estamos ahí, no hay duda. Es ella. Es ella de verdad.
Todo lo que sufrimos para llegar… y para partir
Desatarse con lentitud, fraudulentamente, los brazos en la espalda…

Pero no somos nosotros los que entraremos
Son jóvenes qué-me-miras todos verdes, muy altivos quienes entrarán
Pero nosotros no entraremos
Tampoco iremos más allá. ¡Stop! No más allá
Entrar, cantar, triunfar, no, no, no es para nosotros.

[Sección “Huella Poética ” bajo la dirección de Mireya Guzmán Burgos escritora de nacionalidad española. @mireyaguzmanburgos]