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Miedo, Enfermedad y Muerte, así se comporta el Cipitío Tecnológico

Un Espectro (-Kujkul) recorre el Mundo, el Espectro de la Enfermedad (Kujkutilis) que propaga el Cipitío…

Por: Rafael Lara-Martínez, colaborador ENNews Tecnológico de Nuevo México rafael.laramartinez@nmt.edu / https://nmt.academia.edu/RafaelLara. Desde Comala siempre

(ENNews) Un breve relato náhuat de El Salvador predice cómo se recicla un dilema fundamental para miles de empleos informales (traducido al final). Si permanecen en casa pierden toda oportunidad de alimentarse.

Eso le sucedería al hijo del narrador cuya milpa quedaría desprovista de elotes debido a la invasión de pájaros negros que como la peste amenazan devorarle toda la cosecha. De lo contrario, al salir a defender el quehacer de su trabajo, el empleo informal se expone al Cipitío, imagen simbólica del acecho invisible de una nueva plaga. En el 2020, lo perciba una perspectiva mítica o científica, el efecto del miedo, la enfermedad y la muerte agrava el desempleo.

Sea cual fuere la opción, siempre hay un riesgo fatal. Como arquetipo predecesor de lo actual, el protagonista del relato se enfrenta a elegir entre aceptar la cuarentena. En nocturno musical le augura la muerte —la suya y la de su familia. Por lo contrario, al salir de casa, debe enfrentar a un enemigo invisible, pero reconocido por la tradición ancestral de su pueblo. Mientras la amenaza interna clama la muerte por inanición y escasez de todo alimento, la maldición externa propaga el miedo y la enfermedad.

En el eterno retorno de lo mismo, la historia revive la revolución sinódica de los astros. El avance tecnológico no puede prever que un ser diminuto, el Cipitío, Corone sus logros de un Virus letal. Provoca el estancamiento económico y propaga el desempleo.

 

Quienes cuentan con los recursos suficientes se asilan en la tecnología de punta. La técnica les permite proseguir su labor de contacto sin tacto. De compartir sus ideas sin repartir sus bienes financieros ni beneficios médicos. La tecnología inaugura el “nuevo mundo feliz” en una “isla” digital.

Quienes carecen de esos recursos monetarios reiteran el relato del Cipitío. Mueren de hambre en casa, al acatar la cuarentena nocturna que decreta la sociedad actual. O, en desafío, sin ciudadanía en la isla tecnológica, salen de casa a enfrentar la enfermedad y el miedo.

Así, la ciencia más avanzada recicla un antiguo mito sobre la peste. No ofrece alternativas válidas para solventar la doble crisis, sanitaria y económica. Sin embargo, tal debería ser un derecho humano elemental: trabajo con beneficios en época de crisis, y servicios médicos permanentes.

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Relato transcrito por Lyle Campbell en 1975, traducción semi-literal que conserva el ritmo repetitivo, la semejanza entre saber (-mati) y conocer (-ix-mati, ojo-saber), el concepto de miedo (-mu:tia) y de peste por la fiebre (tutu:nik). Se anota también que la noción de enfermedad (kukuya; kujkultia) se vincula al Espectro (-Kujkul) que hoy acecha la sociedad tecnológica.

El Cipitío lo conozco (-ix-mati) también que sale las noches también, y también a las doce de la noche (1). El Cipitío es pequeñito, pero enorme es su sombrero (2). No es hombrón, no es alto, es pequeñito pura gente (3). (A) Quién lo/e conviene, l/e gana también (4). Hasta le da fiebre (tutu:nik), cuándo los asusta (kin-mu:tia) (5). Éste le dicen Cipitío (6). Varios no lo conocen (-ix-mati), que no conviene, sale, sale con la noche, las doce de la noche, noche (7). La vez (a) el mi hijo lo asusta (ki-mu:tia); fue, lo asusta (ki-mu:tia) zanate ahí en la milpa (8). Así es, lo asusta ya (ki-mu:tih-a), cuenta, lo vio el Cipitío, cuenta (9). Sucio es, el peludo y grande es su sombrero, y es pequeñito (10). Así es, él lo conoce también el Cipitío (11). Lo asusta (ki-mu:tih) (12). Hasta enfermó (kukuya-k) y le da fiebre (tutu:ni-k) (13). Apenas, lo curo, lo sé (-mati) remedio.