Sin ceremonia ni brindis la Alma Mater gradúa 151 profesionales de medicina y carreras afines listos para la guerra contra el Covid-19
Reza un refrán popular “ideas quiere la guerra” (Citado por Roque Dalton en las “Historias prohibidas del Pulgarcito”).
(EN News) El Salvador como casi todo el mundo, libra difíciles batallas contra un enemigo común: el COVID-19, que cada día demanda ideas y acciones para arrebatarle la mayor cantidad de vidas humanas, una razón más que suficiente para que la Universidad de El Salvador (UES), haya decidido entregar sin mayor protocolo 151 títulos de graduación a hombres y mujeres en 11 diferentes ramas de la medicina.
“Todos ellos han cumplido los requisitos para graduarse, académicos, Servicio Social y Tesis de Grado”, confirmó el Vice Decano de la Facultad de Medicina de la UES, Saúl Díaz Peña, encargado junto a otras autoridades de entregar los títulos de la forma más sencilla posible, en las afueras de las oficinas de la Administración Central del Alma Mater y no en Auditorio como suele ocurrir en un acto solemne. Las medidas de distanciamiento no podían faltar.
Las graduaciones de la UES regularmente se desarrollan en el Auditorio de la Facultad de Derecho o en la zona abierta conocida como “Concha Acústica” y asisten cientos de personas entre graduandos, autoridades universitarias, docentes y familiares de los que reciben su título.
Ahora eran ellos solos los que lo recibieron, sin aplausos, ni actos, ni palabras de despedida, pero impregnados de fe y convicción que existe ya en el país un enemigo común a vencer: el Coronavirus.
De la academia a la guerra no para matar, sino a salvar vidas ! Cual si fuera un campamento de entrenamiento en pleno terreno de combate, los graduandos al llegar a la entrada del Campus Universitario, fueron sometidos al chequeo regular: toma de temperatura, aseo de manos con alcohol gel y verificación del uso de mascarilla.
A cerrar filas en medio de emergencia nacional.
Paso siguiente a formar una fila con el distanciamiento de dos metros mínimo y que al final de la misma encontraría un simple escritorio y no una mesa de honor, donde cada uno recibiría su título, un apretón de manos y una foto para el recuerdo tomada por un encargado de comunicaciones de la Facultad.
La guerra contra el coronavirus le esperaría afuera en las trincheras de hospitales, centros de contención o locales de cuarentena. De ahora en adelante estos profesionales del Alma Mater están al servicio del Gobierno, si este lo requiere con él propósito de salvar vidas humanas de la mortífera pandemia.
Y es que coincidentemente entre los graduados de 11 especialidades que sirve la Facultad la mayoría ha obtenido su título en campos de Medicina General (70), Licenciatura en Anestesiología e Inhalo terapia (13) y Maestría en Epidemiología (10); el resto son carreras que complementan el servicio médico, pero no por ello menos importantes como: Gestión hospitalaria, medicina familiar e interna, enfermería, entre otras.
Esta graduación debió haberse realizado la última semana de marzo, pero hoy “debido a la necesidad de recurso humano en el ámbito de la salud hemos decidido realizarla de esta forma (sin acto colectivo) y proveer de gente calificada al servicio del país”, explicó el Vice Decano Díaz Peña.
“Es sorprendente y a la vez agridulce graduarnos de esta forma, pero dadas las circunstancias se entiende”, expresó Vanessa Sánchez, una graduada de medicina general, que inmediatamente se pone a las órdenes del país porque así lo demanda la historia nacional y “sí lo aceptan las autoridades de salud”, dice optimista.
“Podemos contribuir desde el sistema de salud, el Seguro Social o privadamente, donde se requiera.
En los sistemas básicos podríamos dar un buen aporte, porque es donde se puede diagnosticar”, detalla la nueva profesional que llegó sola a recibir el premio que le implicó casi 10 años de estudio.
Vanessa Sánchez es una de las estudiantes de la Universidad de El Salvador que recibió su título.
Los números de la pandemia del COVID-19 en El Salvador cuando estos nuevos profesionales recibían su título, se reflejaban así: 69 contagiados, 64 activos, dos recuperados y tres fallecidos.
De los cuales seis eran locales y 63 importados. Sin duda un escenario de guerra sanitaria en el que estos profesionales podrían enrolarse inmediatamente para contribuir a reducir el avance de la enfermedad, junto a miles de otros médicos y paramédicos que libran a diario las batallas contra el coronavirus.
Pues como dice el refrán popular citado por el gran poeta Dalton: “ideas necesita la guerra”. Información complementada con el aporte valioso de Cristóbal Ayala.