Redacción: Abigail Rivera

(ENNews)—Este viernes, el municipio de Tonacatepeque se ha transformado en un escenario de ensueño y terror, reviviendo las más antiguas leyendas salvadoreñas en su tradicional Festival de la Calabiuza.

Monstruos, espantos y personajes mitológicos tomaron las calles, encabezados por el enigmático Cipitío, la enigmática Siguanaba, el Padre sin Cabeza y el temible Cadejo, entre otros. Con sus característicos atuendos y el inconfundible canto de “Ángeles somos, del cielo venimos pidiendo, ayote para nuestro camino, mino, mino, mino”, los participantes sumergieron al público en una atmósfera llena de magia y misterio.

Erick Rivera, un entusiasta de 11 años, expresó su emoción por participar en este evento: “Me gusta estar en la cultura de acá, de Tonacatepeque. Me gusta cómo nos la arreglamos para hacer todo, para que se vea bonito. Esta es la primera vez que participo”. Su testimonio refleja el arraigo de estas tradiciones en la comunidad y la importancia de transmitirlas a las nuevas generaciones.

Más allá del desfile, el festival ofreció una variedad de actividades para toda la familia, como la degustación del tradicional ayote en miel y la presentación de grupos musicales locales. Según Marbel González, director del distrito de Tonacatepeque, se repartieron más de 900 ayotes, lo que equivale a aproximadamente 8 mil porciones para los visitantes.

“La Calabiuza es una oportunidad para mantener vivas las tradiciones salvadoreñas e incentivar el turismo en la localidad”, afirmó González. Además, destacó la participación de emprendedores locales, quienes ofrecieron una amplia variedad de platillos típicos en las calles del municipio.

Con esta festividad, Tonacatepeque reafirma su posición como la capital mitológica de El Salvador, invitando a propios y extraños a sumergirse en un mundo de leyendas y tradiciones que perduran a través del tiempo.