DOMINGOS DE POESÍA. AUTORES
Anaïs Nin nació en la ciudad francesa de Neuilly, el 21 de febrero de 1903. Considerada como la primera mujer en escribir y publicar novela erótica.
Anaïs era hija de artistas cubanos.
Esta escritora vanguardista del siglo XX destacó como autora de novelas y cuentos con impronta surrealista, psicoanalítica y erótica. Alcanzó el reconocimiento mundial en 1966, tras la publicación de sus diarios compuestos por más de 35.000 páginas manuscritas, una obra a la que dedicó toda su vida.
Hoy compartiremos , palabras de su propia «voz»y un extracto de uno de sus diarios. La obra más reseñada de esta escritora.
Os invito desde aquí a reflexionar sobre su visión de las emociones, del amor y en definitiva, del mundo.
Espero que os guste.
Cerraremos con un poema de mi autoría que podéis leer desde esta misma web.
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✔Por Mirelha
@mireyaguzmanburgos
Anaïs Nin
«Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo. Libre o no libre, casado o soltero, heterosexual u homosexual, son aspectos que varían de cada persona. Hay quienes son más expansivos, capaces de varios amores. No creo que exista una única respuesta para todo el mundo»,
«Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré a el mundo. Me adapto a mí misma»
«Siempre hubo en mí, al menos, dos mujeres
una mujer desesperada y perpleja
que siente que se está ahogando y otra que
salta a la acción, como si fuera un escenario,
disimulando sus verdaderas emociones porque ellas
son la debilidad, la impotencia, la desesperación
y presenta al mundo sólo una sonrisa,
impetu, curiosidad, entusiasmo, interés».
Fragmento de su diario:
«… Querido coleccionista:
Le odiamos. La sexualidad pierde su fuerza y su magia cuando se hace explícita, automática, exagerada; cuando se convierte en una obsesión mecánica, llega a ser aburrida. Usted nos ha enseñado mejor que nadie lo erróneo que es no combinarla con la emoción, la sed, el deseo, la lujuria, los antojos, los caprichos, los lazos personales, las relaciones más profundas que cambian su color, su sabor, sus ritmos y sus intensidades.
No sabe usted lo que se pierde con su análisis microscópico de la actividad sexual y la exclusión de todo lo demás, sin el combustible que la enciende: lo intelectual, lo imaginativo, lo romántico, lo emotivo. Es todo esto lo que da a la sexualidad sus sorprendentes texturas, sus sutiles transformaciones, sus elementos afrodisiacos. Usted reduce el mundo de sus sensaciones. Lo está marchitando, lo hace pasar sed, lo deja sin sangre […] No hay dos pieles que tengan la misma textura, nunca hay la misma luz, ni la misma temperatura ni las mismas sombras, ni tampoco el mismo gesto; porque el amante, cuando está encendido por un verdadero amor, puede recorrer la interminable historia de tantos siglos de cuentos de amor. Una enorme gama, enormes cambios de época, variaciones de madurez e inocencia, perversidad y arte, animales graciosos y naturales.
Nos hemos sentado para charlar durante horas preguntándonos qué aspecto debe tener usted. Si usted ha cerrado sus sentidos a la seda, la luz, el color, el olor, el carácter, el temperamento; usted debe estar ahora completamente apergaminado. Hay muchísimos sentidos secundarios que fluyen como afluentes de la corriente principal del sexo, alimentándola. Sólo la unión de los latidos del sexo y del corazón puede crear el éxtasis».
[Sección «Huella Poética » bajo la dirección de Mireya Guzmán Burgos escritora de nacionalidad española. @mireyaguzmanburgos]
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