Héroes sin Gloria
Periodista: Julio Rodríguez, colaborador freelance EN News
(EN News) Las personas comúnmente se quieren fotografiar con sus héroes favoritos y otros simplemente no los quieren cerca de ellos, ese parece ser el calvario que llevan en hombros algunos trabajadores de la salud que cumplen su jornada laboral atendiendo directamente a enfermos con COVID-19, la mortal enfermedad que afronta el mundo.
Hay que entender empleados del sector salud como enfermeras, auxiliares de servicio, técnicos y médicos, cada uno de ellos con distintos niveles de contacto con pacientes o áreas infectadas de coronavirus y cuya cercanía los expone directamente a un potencial contagio, para lo cual se les ha provisto de especiales y agotadores trajes y Equipo de Protección Personal (EPP).
Aun así, el estigma de ser portadores del virus ronda la mente de personas ignorantes en la calle, vecinos y hasta compañeros de trabajo, entonces son discriminados, atacados verbal y físicamente (hay denuncias que han sido echados de sus colonias, les han tirado alcohol, agua oxigenada, etc.), se convierten en héroes sin gloria.
El doctor Manuel Bello, Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital San Rafael de Santa Tecla, departamento de La Libertad, considera que es toda una miseria humana de quiénes hacen eso, ya que literalmente “por personas como esos trabajadores de la salud, al menos en el San Rafael, se han salvado vidas que estaban a punto de morir por COVID-19, ellos y ellas son los únicos que están cerca ´haciendo el trabajo sucio´, por decirlo de alguna manera” y explica que los médicos dirigen detrás de un vidrio.
Son razones suficientes para que el responsable de la atención sanitaria en el país, Francisco Alabí, Ministro de Salud, saliera a decir que es necesario ser “comprensibles ante esta situación, tener coronavirus y ser personal de salud no es una razón para estigmatizar”, un llamado a la población para dejar de ofender o atacar a enfermeras, técnicos, médicos o auxiliares de salud cuando éstos van por la calle o llegan a sus residencias.
Anny Campos, es una enfermera de primera línea que trabaja en Hospital Amatepec del ISSS con pacientes que batallan contra la enfermedad, pasa casi 7 horas parada, siente que se ahoga en el traje que usa, no puede tomar agua por ratos y al final del día, vuelve a casa cansada y dice que “le duele ver miradas inquisitivas, acusadoras en el autobús o en calle”.
“La cantidad de personal de primera línea positiva es menor a la expectativa, se les están realizando control y tomando muestras para garantizar al personal la seguridad, tranquilidad para que sigan brindando el apoyo”, reveló Alabí.
Una docena de esos trabajadores ha presentado síntomas o dado positivo, se les está atendiendo con prontitud y de acuerdo a los protocolos respectivos. Así también, han hecho para el resto que está trabajando normal se les provee de un lugar dónde quedarse, para no arriesgar a sus familias, vecinos o en sus áreas de trabajo
En otros países, a cierta hora del día colonias y edificios completos salen a darles aplausos a los trabajadores de la salud que están al frente; a otros reciben con alegría desde las ventanas; en China fueron reconocidos como grandes ciudadanos a los que estuvieron al frente de la crisis; y En El Salvador, también hay muchos que imitan ese agradecimiento. Pero hay otros, muy poquísimos ojalá, que los convierten en héroes sin gloria.
Fotografía/Secretaría de Comunicaciones.