Redacción: Abigail Rivera

(ENNews)—En un importante paso hacia una región más compasiva con los animales, el Servicio Nacional de Salud Animal de Costa Rica (SENASA) y el Instituto de Bienestar Animal de El Salvador (IBA) han suscrito un Memorándum de Entendimiento. Este acuerdo, aunque inicialmente se mantuvo bajo reserva, ha salido a la luz pública gracias a la divulgación de un ciudadano nicaragüense en redes sociales.

El memorando, enmarcado en un convenio de cooperación bilateral más amplio firmado en 2005, busca fortalecer la colaboración entre ambos países en materia de protección y bienestar animal. A través del intercambio de conocimientos, experiencias y buenas prácticas, se pretende mejorar las leyes y políticas públicas relacionadas con el cuidado de los animales en ambas naciones.

Entre los principales objetivos de la cooperación entre ambos países son: Fortalecer la legislación y políticas públicas, capacitar al personal especializado, generar una cultura de respeto hacia los animales y fomentar la convivencia pacífica entre humanos y animal, como también la creación de un sistema que garantice la protección de los animales en todas las etapas de su vida.

Además, se pretende que ambos países compartan conocimientos sobre sus respectivas experiencias en bienestar animal, que se elaboren nuevas normas y se actualicen las existentes para garantizar el bienestar animal y llevar cabo campañas de concientización y programas de capacitación para la sociedad en general.

Este acuerdo representa un paso significativo hacia la construcción de una región centroamericana más comprometida con el bienestar animal. Al unir esfuerzos, Costa Rica y El Salvador demuestran su liderazgo en la protección de los animales y establecen un precedente que podría inspirar a otros países de la región a seguir sus pasos.

Si bien este acuerdo es un paso importante, aún quedan desafíos por superar. La implementación efectiva del memorando requerirá de una inversión fundamental de recursos y una fuerte voluntad política. Sin embargo, las oportunidades son muchas, y este acuerdo puede servir como catalizador para impulsar cambios positivos en la forma en que tratamos a los animales en Centroamérica.