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La Casa Blanca acusa a demócratas que viajaron a El Salvador de “defender a pandilleros”

Redacción: Oscar Cruz

(ENNews)—La Casa Blanca criticó duramente a una delegación de congresistas demócratas que viajó a El Salvador para exigir la liberación de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado por Estados Unidos y acusado de pertenecer a la pandilla MS-13.

Según el gobierno estadounidense, el viaje carecía de carácter oficial y buscaba favorecer a un “inmigrante ilegal y pandillero”, por encima de las preocupaciones de los ciudadanos estadounidenses.

El grupo de legisladores que viajó a San Salvador estuvo integrado por los representantes Robert García (California), Maxwell Frost (Florida), Yassamin Ansari (Arizona) y Maxine Dexter (Oregón). Su objetivo era impulsar el cumplimiento de una orden de la Corte Suprema de EE. UU. que pide facilitar el regreso de Ábrego García al país, algo que el gobierno salvadoreño rechazó al no tratarse de una misión oficial reconocida.

“La gira de disculpas demócrata por un inmigrante ilegal vinculado a una pandilla es una falta de respeto para los estadounidenses”, expresó la Casa Blanca a través de la red social X. En el mismo comunicado, el gobierno federal cuestionó por qué estos congresistas no se han pronunciado sobre otros inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales en sus respectivos estados.

Entre los casos que se destacan  se encuentran los de:

• Álvaro Flores-Barboza (Venezuela), buscado por delitos graves y capturado en Oregón tras escapar de un centro de ICE.

• Juan José Sebastián (Guatemala), con cargos de violación y agresión sexual, liberado en Florida pese a una orden de captura en Oregón.

• Bonifacio Rentería Cruz (México), con vínculos con el Cártel de Sinaloa y antecedentes de homicidio, detenido en Phoenix.

• José Escobar Robles y Luis García Sánchez (México), ambos arrestados en Arizona, sospechosos de colaborar con cárteles y bandas como Calle 18.

• Edgar Jiménez Aguilar (México), acusado de tráfico de heroína y conspiración para introducir indocumentados.

También se mencionaron varios casos relacionados con miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua, arrestados en Florida por delitos que incluyen robos, violencia doméstica armada, y tráfico de personas.

Respecto al congresista Frost, la Casa Blanca señaló la captura en su estado de Franklin Jiménez-Bracho y Juan Andrés Borolo, ambos vinculados a la peligrosa pandilla sudamericana. A Robert García se le criticó por no pronunciarse sobre Mario Edgardo García Aquino, acusado de asesinato en Los Ángeles, así como por ignorar casos de criminales sexuales y narcotraficantes detenidos por ICE.

Tras el regreso de la delegación demócrata sin resultados concretos, se confirmó que el presidente Nayib Bukele recibirá en mayo a la congresista republicana Ana Paulina Luna, presidenta del Caucus de El Salvador en el Congreso de EE. UU. La reunión está programada para el 8 de mayo en Casa Presidencial. Luna es veterana de la Fuerza Aérea, exmodelo y aliada del expresidente Donald Trump.

Luna aprovechó la coyuntura para diferenciarse de sus colegas demócratas, asegurando que su visita busca “fortalecer la alianza entre naciones” y no “beber margaritas con miembros de cárteles”, en una clara alusión al senador demócrata Chris Van Hollen, quien fue criticado por reunirse con Ábrego García en El Salvador.

El presidente Bukele, siempre activo en redes sociales, también se sumó a la polémica al responder de forma irónica a una publicación del congresista Frost, quien compartió una imagen de su antigua banda musical diciendo que “solo ha estado en una pandilla”. Un usuario replicó que si Frost fuera salvadoreño, “ya estaría encarcelado” por ese tipo de publicaciones.

Esta confrontación evidencia no solo la creciente polarización política en torno a la migración y la seguridad, sino también cómo El Salvador se convierte en escenario simbólico de la disputa entre demócratas y republicanos en EE. UU.

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