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Gobierno intensifica presión para obligar a diputados que prorroguen Ley de Emergencia Nacional

Advierte que si no se cuenta con los marcos regulatorios será difícil contener el contagio y deja entrever que a la población le “valdrá un bledo” respetar la cuarentena sin marco jurídico.

Como ha sido habitual en épocas pasadas la presión se hace sentir con protestas populares. Así lo hizo hoy personal hospitalario.

(EN News) El gobierno inició toda una maratónica campaña para que los diputados le aprueben una nueva prórroga a la Ley de Emergencia Nacional para contrarrestar el COVID-19; su nivel de presión es tal que advierten a los parlamentarios que si el sistema de salud salvadoreño colapsa será responsabilidad de ellos y no del Ejecutivo.

Los diputados de la Asamblea Legislativa aseguraron a través de su presidente, Mario Ponce, que el próximo lunes sesionarán a las 3 de la tarde para abordar el tema con profesionalismo basado en sugerencias de médicos especialistas y también las nuevos ingredientes que contemplaría una nueva prórroga.

“El día de ayer esperábamos que la Asamblea Legislativa tuviera una posición racional, acertada y adecuada respecto a cómo unirnos entre los tres poderes (del Estado) y combatir un adversario común”, manifestó la comisionada presidencial, Carolina Recinos.

La protestas por escasez de equipo biosanitario se dio días atrás casi silenciosamente, hoy el panorama es distinto.

Pese a los duros cuestionamientos que ha recibido el Gobierno por las restricciones de su cuarentena especial y más aún por el manejo no transparente conque maneja los fondos de la emergencia del COVID-19 ,sus voceros exigen sin compás de espera la extensión del Decreto.

Según Recinos, de no aprobarse una nueva prórroga al estado de emergencia -vigente hasta mañana sábado 16 de mayo- se correría el riesgo que la población rompa las restricciones domiciliares implementadas y los esfuerzos por contener el virus se vengan abajo.

“No darle los instrumentos al Ejecutivo para que continúe ejerciendo su labor promovería que la gente interprete que puede salir y reanudar abruptamente sus actividades”, señala Recinos pese a que la gente ya tiene vasto conocimiento sobre riesgos, medidas de distanciamiento social y prevención.

Advierte que si no se cuenta con los marcos regulatorios será difícil contener el contagio y deja entrever que a la población le “valdrá un bledo” respetar la cuarentena sin marco jurídico.

El ministro de Salud, Francisco Alabi, también alertó sobre los riesgos de levantar las medidas de confinamiento en una etapa del contagio que calificó como crítica.

“Estamos evidenciando cada vez más casos sospechosos, estamos identificando casos confirmados y eso es un punto de alerta para que nosotros podamos incrementar esas medidas”, acotó. En el mismo sentido se expresó el representante de la Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de la Salud para El Salvador, Carlos Garzón.

“Las estadísticas desde el mismo comienzo de la emergencia se mantienen iguales: de 100 pacientes que enferman, 80 van a tener una enfermedad entre leve, asintomática y moderada, y 20 de esos 100 pacientes van a hospitales, y de esos, cinco van a cuidados intensivos”, explicó.

“Si hay 100 enfermos, 5 van a cuidados intensivos, si hay mil enfermos, 50 van a cuidados intensivos, y si hay 10 mil enfermos 500 van a cuidados intensivos.

El país no tiene la capacidad de responder a 500 pacientes en cuidados intensivos, se están haciendo los trabajos para incrementar camas, pero a ese nivel de crecimiento no va a haber posibilidad de atenderlos.”, alertó.