La educación virtual evidencia curva de desigualdades que urge aplanar
Interesante experiencia del país azteca que sin duda debe ser asimilada por las autoridades educativas de El Salvador y del resto de países de Centroamérica que se mantienen confinados por el pavoroso COVID-19.
En México la educación ha tenido un alto impacto debido al cierre de las escuelas por la figura de Covid-19; estudiantes y docentes han sido privados del espacio escolar, desde el pasado mes de marzo y hasta el momento sin fecha para regresar a las aulas.
Sin embargo, ante la crisis sanitaria que se está viviendo en el país y en mundo entero, maestros y alumnos han trasladado a casa sus obligaciones, se están comunicando desde sus respectivos hogares, en lugar de encontrarse en la escuela.
Y es evidente que la educación virtual es un recurso oportuno, pero de ninguna manera reemplaza el plantel escolar.
Realmente la educación a distancia ha adquirido una relevancia que jamás había tenido, ya que ésta se distingue porque no se requiere de la presencia de estudiantes y docentes en un mismo espacio.
Pero en definitivo, la educación virtual ha puesto en evidencia una CURVA DE DESIGUALDAD y este efecto adverso a la igualdad de oportunidades es también de carácter urgente aplanar.
La disponibilidad de recursos tecnológicos y el apoyo a maestros y alumnos no han sido equitativos, ya que han puesto en ventaja a quienes tienen mayor acceso a las Tic sobre quienes tienen menor acceso a esas tecnologías.
El uso de los medios tradicionales para la educación a distancia ayuda para dar continuidad al quehacer educativo, pero no tiene el alcance de las TIC. La educación virtual o a distancia, ha tenido que cambiar el soporte y el formato de intervenciones; computadoras, plataformas oficiales, recursos disponibles en el hogar, celulares, los cuales se están adaptando a las plataformas disponibles (Moodle, Zoom, Classroom, correos electrónicos, chat de Messenger y grupos de WhatsApp).
Sin embargo, hubiese sido prudente que antes de haber determinado el instrumento (hardware) y el formato(software), las autoridades educativas debieron de haberse asegurado que cada uno de los alumnos tuvieran en sus domicilios los mismos recursos tecnológicos, los mismos programas y, asimismo, que estuviesen familiarizados con los mismos.
Desafortunadamente, en nuestro país no estamos preparados para estas contingencias. Es imprescindible crear condiciones de mayor equidad en la educación de México. Por tanto, ante la presencia de Covid-19, el sector educativo tiene grandes retos para que la educación virtual sea inclusiva.
• Que todos los estudiantes tengan acceso a internet de gran capacidad y que tengan las habilidades requeridas para desarrollar las actividades de aprendizaje de forma virtual.
• Que los docentes cuenten con las habilidades para diseñar actividades y dar clases a través de plataformas digitales y,
• Que coexistan planes de estudios flexibles que puedan adaptarse fácilmente al trabajo en línea.
Hay mucho que hacer al respecto y es imprescindible que nuestras autoridades educativas busquen y pongan en acción diversas estrategias que garanticen la igualdad de oportunidades para toda la población estudiantil de nuestro país.
No sabemos a ciencia cierta cuánto más durará esta contingencia y es importante proporcionar los recursos para continuar con las clases de manera virtual.