El Salvador está próximo a una reapertura gradual y ordenada de la actividad económica y justamente acá se vuelve necesario crear una cultura preventiva a través de medidas sanitarias de estricto cumplimiento tanto por trabajadores como empleadores en todas las empresas.

Es importante recalcar que muchas empresas han seguido al pie de la letra las medidas de higiene necesaria con su personal ante el estrés que nos causa el COVID-19 y también sabemos que hay mucha información que se nos oculta como ciudadanos a pesar del derecho a recibirla completa y transparente para el bienestar de nuestra salud.

Este virus SARS-COV-2 está conviviendo entre nosotros y tenemos que cuidarnos todos, pero es importante que el esfuerzo de cada ciudadano se acompañe también por el gobierno y la empresa privada sin aprovecharse del tráfico de influencias para descuidar normas de estricto cumplimiento en favor de la salud de sus trabajadores.

Con este propósito traslado la breve historia de un amigo que está viviendo un trago amargo de incertidumbre como muchas familias y ojalá que las autoridades tomen cartas en el asunto.

“Carlos Flores” nombre ficticio, es amigo de un miembro de una de las familias que han sido afectadas por COVID-19 y da testimonio que el caso específico lo está viviendo uno de sus hermanos menores que trabaja en una empresa que nos vende a la población bienestar y calidad; pero que lamentablemente, en el caso de sus empleados está lejos de practicar lo que aconseja en comerciales de televisión. Se trata de una empresa grande y con sucursales en todo el país detectando en una de estas trabajadores positivos COVID-19.

Sobre este caso no se nos informó a la ciudadanía y el gobierno tampoco fue transparente, ya que no se hizo del cocimiento de sus clientes la información debida y por tanto pudimos ser muchos los afectados y no importó el cumplimiento del debido protocolo de seguridad por parte del Ministerio de Salud.

De acuerdo al testimonio de Flores a los compañeros del hermano contagiado les llegan a recoger a su casa para la respectiva prueba y tratamiento, pero no lo hacen así con toda la familia de los afectado; eso da espacio a replicar la cadena epidemiológica de consecuencias impredecibles.

A sabiendas que nuestro sistema de salud tiene muchas necesidades que sustentar y que los médicos nos piden a grito desesperado que cuidemos nuestra salud…, por qué como gobierno no le toman importancia a las familias completas de los afectados?

Flores cuenta que su cuñada y sobrina estuvieron en contacto con un contagiado y a ellas no les han hecho ninguna prueba para saber si tienen el virus, sólo se comunicaron para preguntar sus síntomas y como contestaron que no tenían ninguno, ya no les dieron seguimiento; es así como queda el flanco en los hogares salvadoreños entre personas sintomáticas y asintomáticas de COVID-19.

El país debe exigir a las autoridades información veraz de primera mano y transparente para conocer la labor del Ministerio de Salud; es importante también el uso de mascarillas de forma adecuada como también la aplicación de alcohol/ gel y el uso de guantes cuando se trabaje o el día que corresponda para el abastecimiento de alimentos.

Los jabones deben ser atibacteriales, y los sanitizantes de uso continuo; entre más nos desinfectemos más cuidamos nuestra salud y la de nuestras familias como también recordar quedarnos en casa si no es necesario salir.