(EN News) El SARS-Cov2 y más recientemente la tormenta tropical “Amanda” como se dice en buen salvadoreño han venido a pasearse en la condición de vida de un país históricamente enfermo de pobreza y de injusticia que siempre tiene como flanco principal a las personas más humildes y vulnerables.

La pobreza extrema es el mapa que se dibuja con más fuerza durante esta doble emergencia nacional cuyos efectos devastadores de una pandemia biológica y la catástrofe natural agravan la famélica economía de la mayoría de los sectores del país con saldos catastróficos.

Para el caso del sector laborar no escapa a la realidad, pues muchos trabajadores sufren ya los embates del COVID-19 con despidos injustificados, reducción salarial y con saldo de muertes por la pandemia; si esto fuera poco, se prevé luego de finalizada la crisis un escenario sumamente complicado.

Por tal motivo, la Asociación General de Empleados Públicos y Municipales (AGEPYM) está lista para dar batalla y fiscalizar al gobierno central y municipalidades de toda la República en pro de la defensa de sus afiliados del sector para evitar abusos de poder y atropellos que puedan generarse luego de la pandemia del Covid-19 sumado a los estragos de Amanda que este fin de semana pasó por El Salvador con pérdidas humanas y materiales.

“Ya hay trabajadores suspendidos por la crisis del COVID-19; en otros casos, quienes ganan el salario mínimo de $300 dólares, hoy les pagan ciento cincuenta; y para variar los patronos no quisieron sostener el pago de sus planillas. Esto es grave, aprovecharse de una crisis pandémica para montarle más incertidumbre al país que afecta a la gente necesitada”, dice el Licenciado Mario Montes, Presidente de AGEPYM.

Montes expresa que la gremial que representa, con más de 33 mil afiliados en todo el país, está en vigilia a fin de combatir las injusticias y aprovechamiento del Estado como también fiscalizar a las Alcaldías para evitar que violen derechos laborales; se peleará con todas las armas legales en aras que se respeten los derechos de los trabajadores.

En este punto denunció que las municipalidades de San Salvador y Santa Tecla han cometido graves atropellos en contra de muchos empleados públicos. Ejemplo: la comuna de la capital despidió recientemente a 18 trabajadores, 8 de ellos restituidos bajo presión gremial y un número similar que AGEPYM ha asumido su defensa batalla jurídica.

Similar comportamiento anti derechos laborales ha adoptado la Alcaldía de Santa Tecla, cuyo jefe edilicio despidió desde el 1 de agosto 2018 a 154 trabajadores y luego de un largo proceso de litigio legal, AGEPYM logró ganar la batalla ante la Sala de los Contencioso Administrativo con orden de restitución inmediata de 74 de ellos y la comuna tecleña no acata aún la resolución.

Sin embargo, en toda esta maraña de problemas nacionales, AGEPYM se mantendrá “ojo al cristo” ante cualquier irregularidad o abuso de poder en el país durante y luego de la Emergencia Nacional haciendo presión con toda su representatividad gremial para hacer que la Mesa Nacional del Trabajo se dinamice, ya que está entrampada en el tema de pensiones cuyo impasse tiene a miles de trabajadores sin un retiro digno por las precarias pensiones establecidas en la ley SAP.

El Presidente de AGEPYM, Mario Montes, aseguró que el tema de la propuesta de Ley sobre el “tele- trabajo” no ha sido ampliada su discusión con las gremiales representativas del sector laboral y por ende si se aprueba como Decreto Ejecutivo o Legislativo no tendrá legitimidad; por consiguiente, los trabajadores agremiados la rechazarán venga de donde venga.

“Queremos participación en la discusión de una ley de tele trabajo, porque quedarse en casa trabajando tiene implicaciones de horarios y gasto de servicios como energía eléctrica e internet que podrían ser recargados a los trabajadores con beneficio de ahorro para las empresas; no hay claridad de cómo se trabajará luego de la reforma laboral después de la pandemia”, expresa Montes.

Finalmente brindó opinión entorno a le reunión celebrada recientemente entre el Presidente de la Republica y ocho sindicatos, mismos que desarrollaron una marcha tenue el pasado 1 de mayo en las principales calles de San Salvador pese a la cuarentena domiciliar aprovechando la afinidad con el Ministro de Trabajo, Rolando Castro.

En su interpretación esta reunión no fue representativa del sector laboral del país, puesto que sus asistentes, sólo llegaron a dar espaldarazos y ovaciones a la gestión del gobierno, sin agenda de discusión seria sobre los grandes temas de país en materia económica, social, laboral y salarial que permitiera dar visos de apertura hacia una nueva correlación patrono-trabajador.