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Es tiempo de parar y respetar el semáforo en rojo

Luego vendrá el momento de reconectarnos con nuestro interior y valorar la realización de ajustes psíquicos que nos permitan recuperar nuestro equilibrio emocional.

Mtra. Artemisa López Carrillo, Columnista EN News

(EN News) La meditación es un buen medio para el autoconocimiento, sólo tenemos que buscar la práctica que se adapte mejor a nuestra manera de ser y encontrarla será parte del aprendizaje.

En esta cuarentena es muy importante conectarnos con lo que sentimos, es necesario prestar mayor atención a nuestro cuerpo para poder entender que este distanciamiento social que hoy nos ha tocado vivir, no tiene la capacidad de separarnos; sino todo lo contario.

Hoy podemos percibir que estamos más unidos que nunca, porque tenemos objetivos en común: cuidar nuestra salud, cuidar nuestra vida y este proceso de aislamiento lo estamos aprovechando para conocernos a nosotros mismos, reflexionar y autoevaluar nuestros actos, nuestra manera de conducirnos; lo cual nos está permitiendo renovarnos y reiniciarnos para comenzar a vivir nuestra nueva realidad, nuestra nueva normalidad.

Nos estamos fortaleciendo.

Llevamos más de tres meses de encierro y algunos se sienten ya listos para salir a vivir su nueva realidad, pero otros están en crisis, siguen experimentando cuadros críticos de estrés, ansiedad y depresión, porque sienten que todo se está derrumbado, tanto en la salud como en la economía.

Están viendo con profunda tristeza cómo todo lo que han construido con grandes esfuerzos y sacrificios se hunde.

Si bien es cierto vivimos la vida con los afectos, pero no dejamos de pensar en lo económico, en lo material y en el bienestar de la familia; siempre queremos estar mejor y es válido hasta cierto punto, pero lo que no es bueno es olvidarnos de lo espiritual.

Debemos parar y respetar ese semáforo rojo que se ha encendido, es momento de reconectarnos con nuestro interior y valorar la realización de ajustes psíquicos que nos permitan de nuevo recuperar nuestro equilibrio emocional.

Por tanto, una buena opción sería abrir un espacio en nuestra vida espiritual, entrar en contacto con nuestro Dios, con nuestro propio mundo sagrado y con nuestro corazón.

Otra alternativa sería confiar siempre en nuestra intuición, la espiritualidad no es algo que tenga que ver con la razón.

Está dentro de nosotros, dejémonos guiar por la intuición, puede ser un primer paso para salir de nuestra mente racional.

Esta cuarentena nos muestra un nuevo paradigma, se nos solicita que nos quedemos quietos en casa, encerrados, pero no lo que no debemos dejar encerrados como son nuestros pensamientos y sentimientos.

Debemos ir adentro, a nuestro interior para reflexionar todo lo que estamos viviendo y la manera en la que estamos viviendo. Si tenemos que llorar, lloremos, si tenemos que gritar, gritemos, si tenemos que patalear, pataleemos… saquemos esos sentimientos de tristeza, de angustia, de ira, de enojo, de impotencia, no los retengamos más en nuestro interior.

NO dejemos en aislamiento nuestras emociones, dejemos que salgan, dejemos que afloren y desafíen su nueva realidad, su nueva normalidad.

Ir a nuestro interior nos permite darnos cuenta que, si no hay una situación de caos o crisis no recapacitamos, no reaccionamos y esto es porque NO estamos conectados con lo que sentimos.

Por citar un ejemplo; la muerte es motivo de reflexión, y eso es lo que precisamente estamos experimentando en este aislamiento, pequeñas muertes, que nos remiten cuestionarnos de lo qué haríamos si tuviésemos un tiempo más y cómo lo viviríamos.

Creo que esta cuarentena nos está brindando la oportunidad de ir adentro para saber si estamos haciendo lo que en verdad queremos y si realmente amamos lo que somos.

Aprovechemos esta situación para conocernos y sacar de nuestro cuerpo todo aquello que no nos sirve, todo aquello con lo que ya no nos identificamos más.

Para retomar la conexión con nuestro interior es importante detenernos unos minutos y disfrutar de momentos a solas, agradecer a nuestro cuerpo por permitirnos cumplir con tantas obligaciones diarias y pensar en lo que necesitamos para sentirnos mejor.

No reprimamos nuestras emociones, reconozcámoslas, gestionémoslas y dejémoslas salir.

Tengamos presente que las cosas ante la figura de Covid-19, ya no volverán a ser igual, asumamos que estamos viviendo una nueva REALIDAD y que requerimos que nuestra inteligencia emocional esté al cien.

Ocuparnos, dejar de lamentarnos y empezar a actuar de manera responsable y consciente si queremos derrotar a Covid-19.

Tomémonos un momento diariamente para apreciar quiénes somos y todo lo que hacemos, la conexión con nuestro interior también pasa por atender esa voz interna que se pasa el día criticándonos.

En resumen, no permitamos que la presencia de Covid-19 y el remolino de cumplir con nuestras obligaciones cotidianas, nos impidan conectarnos con nuestro propio ser, con quienes somos en realidad.

Permitámonos escuchar nuestra propia esencia y alimentémosla con lo que necesitemos, para que encontremos la paz interior que tanto necesitamos en esta cuarentena.

Vamos México, Vamos El Salvador, Latinoamérica y el mundo: ¡la victoria será nuestra!, no lo dudemos.