Por: Licda. Sonia Salinas
El Niño del Tambor, es una hermosa canción, y es una reflexión para que asà como el Niño del Tambor adoró al Rey de reyes, con lo único que él tenÃa: su Tambor, y con lo único que mejor sabÃa hacer: tamborear su Tambor.
Asà nosotros debemos adorar al Hijo de Dios en todo tiempo; con lo mejor que tenemos y que es un regalo que Él nos dió: la vida; y con lo que sabemos hacer: nuestras aptitudes y actitudes.
En sÃntesis, todo debe ser consagrado a Dios, para agradecer su nacimiento, y su sacrificio de muerte en la cruz, por amor a la salvación de la humanidad.